En tanto, Byron Herrera, de la Comisión Presidencial de los Derechos Humanos (Copredeh), detalló que la vivienda donde funcionaba el TSE quedó reducida a escombros y el poco equipo que aún estaba en el lugar se destruyó.
Refirió que había amenazas de quemar esa infraestructura desde que se conocieron los resultados de los comicios del pasado 11 de septiembre.