Internacional

Francia furiosa por nuevas pruebas de espionaje de EE. UU.

Abochornada por la filtración de conversaciones de tres presidentes sucesivos y enfurecida por las nuevas pruebas de espionaje por parte de Estados Unidos, Francia exigió respuestas a Washington este miércoles y reclamó un “código de conducta” entre aliados.

Por su parte, la Casa Blanca informó que el presidente Barack Obama aseguró al mandatario francés que Estados Unidos no tiene como blanco sus comunicaciones.

El ministro del Exterior francés convocó a la embajadora estadounidense para que respondiera sobre las filtraciones de WikiLeaks y los ojos franceses se posaron en la planta alta de la embajada al conocerse informes de que las ventanas falsas ocultan un nido de equipos de espionaje de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) a la vuelta de la esquina del Palacio del Eliseo.

“Nuestros aliados estadounidenses asumieron compromisos. Es necesario recordarlos con firmeza y respetarlos estrictamente”, dijo el primer ministro Manuel Valls. “Ser leal no significa obedecer a ciegas”.

La planta alta de la embajada estadounidense, visible desde el palacio presidencial del Eliseo, aparentemente estaba llena de equipos de espionaje ocultos detrás de ventanas cuidadosamente pintadas.

Los presidentes Francois Hollande y Barack Obama hablaron por teléfono, y el estadounidense reiteró sus promesas de poner fin a las tácticas de espionaje que se consideran “inaceptables entre aliados”, dijo Hollande.

Es la misma promesa que hizo Obama cuando el ex contratista de la NSA Edward Snowden reveló el alcance de los poderes de la agencia estadounidense en el 2013.

Aunque no causaron sorpresa, las revelaciones colocaron a los dos países en una situación embarazosa. El servicio de contraespionaje francés quedó en entredicho en el más alto nivel.

En cuanto a Estados Unidos, no solo se demostró que espía conversaciones privadas de uno de sus aliados más estrechos sino que es incapaz de guardar sus propios secretos.

“La regla del espionaje, incluso entre aliados, es que todo está permitido mientras no se lo descubra”, dijo Arnaud Danjean, exanalista del espionaje francés y ahora legislador europeo, a radio France-Info.

“Los estadounidenses han quedado demasiadas veces al descubierto con las manos en la masa, y esto los desacredita”.

Los franceses no niegan la necesidad de un buen servicio de espionaje: desde hace mucho tiempo confían en la cooperación con Estados Unidos para combatir el terrorismo al tiempo que tratan de mejorar su propio servicio.

Las revelaciones del miércoles aparentemente coincidieron adrede con la votación final en el parlamento francés de una ley que otorga nuevos poderes al servicio de espionaje, en particular para contrarrestar amenazas de extremistas franceses vinculados con la yihad.

Hollande, que calificó el espionaje de violación “inaceptable” de la seguridad, convocó a dos reuniones de emergencia, la primera con funcionarios de seguridad y la segunda con jefes del legislativo.

En los documentos, altos funcionarios franceses en París entre el 2006 y el 2012 parecen hablar con franqueza sobre la economía griega, las relaciones con Alemania y el espionaje de aliados por Estados Unidos.

La planta alta de la embajada estadounidense, visible desde el palacio presidencial del Eliseo, aparentemente estaba llena de equipos de espionaje ocultos detrás de ventanas cuidadosamente pintadas, según el diario Liberation, que publicó los documentos en sociedad con WikiLeaks y el sitio de internet Mediapart.

La embajadora estadounidense Jane Hartley fue convocada. Hollande próximamente enviará a su principal coordinador de inteligencia a Estados Unidos para garantizar que se cumplan las promesas hechas luego de las revelaciones del 2013 y el 2014, dijo un vocero.

EE. UU. lo niega

Estados Unidos rechazó hoy estar interviniendo las comunicaciones del presidente de Francia, Francois Hollande, y negó también que lo vaya a hacer en el futuro tras las últimas revelaciones sobre el posible espionaje estadounidense a los últimos tres mandatarios del país galo.

No estamos interviniendo ni vamos a intervenir las comunicaciones del presidente Hollande”, aseguró Edward Price, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

“De hecho, como hemos dicho anteriormente, no llevamos a cabo ninguna actividad de vigilancia en el extranjero salvo que haya una razón específica y comprobada de seguridad nacional”, agregó, aunque no aludió a las acusaciones específicas de espionaje en el pasado durante los años 2006 y 2012.

El portavoz añadió, que esta premisa está siendo implementada tanto para los ciudadanos ordinarios como para los líderes internacionales.

La polémica se ha vuelto a desatar después de que los medios Libération y Médiapart publicaran filtraciones de WikiLeaks que reflejan que los servicios secretos estadounidenses presuntamente espiaron entre 2006 y 2012 a los tres últimos presidentes franceses: Jacques Chirac, Nicolás Sarkozy y Hollande.

Obama promete

En tanto el presidente estadounidense, Barack Obama, reafirmó este miércoles a su homólogo francés, Francois Hollande, su compromiso de “acabar con prácticas del pasado, inaceptables entre aliados” en materia de espionaje, informó la presidencia francesa.

La conversación telefónica entre ambos líderes, que se produjo tras las revelaciones en prensa sobre el espionaje por parte de los estadounidenses a tres presidentes franceses entre el 2006 y el 2012, sirvió “para establecer los

principios que deben gobernar las relaciones entre aliados en materia de inteligencia”, indicó el Elíseo en un comunicado.

“El presidente Obama ha reiterado sin ambigüedad su compromiso firme, desde el estallido en noviembre de 2013 del caso Snowden, y como ya recordó en la visita de Estado, de Francois Hollande, en febrero del 2014, de terminar con las prácticas que pudieron haber tenido lugar en el pasado y que eran inaceptables entre aliados”, subrayó el Elíseo.

“Responsables franceses de inteligencia viajarán a Washington próximamente para profundizar en la cooperación” entre ambos países, confirmó.

ESCRITO POR: