Ante los bloqueos, decenas de personas que viajaban a distintos puntos de Quetzaltenango y San Marcos se vieron obligados a caminar casi dos kilómetros, debido a que en el kilómetro 245 los traileros cansados de tantas interrupciones taparon dicha ruta.
Los manifestantes son personas que se dedican aparentemente al contrabando de producto mexicano, y exigen al Gobierno quitar el puesto de control móvil permanente que está ubicado sobre el kilómetro 243, en jurisdicción de la finca Palmira, en Pajapita, con el argumento que esa situación les está causando pérdidas económicas.
Otros de los pobladores señalaron que en el puesto de control de la SAT les decomisa el producto, ya que algunos pagan póliza y otros no.
Ramiro de León, comerciante de la zona, comentó que se dedica a traer producto de México, y que “es un trabajo honrando, no estamos robando a nadie, y con la medida de la SAT se afecta los más pobres”; dijo que en Quetzaltenango los empresarios venden los productos de marcas mexicanas y “a ellos nadie los toca”.
Durante el bloqueo, los manifestantes aprovecharon para denunciar al jefe de la Policía de Coatepeque, Felix Grijalba, quien les decomisa todos los productos y en algunos casos, les exige altas sumas de dinero para dejarlos pasar. Al ser consultado el funcionario este negó los señalamientos y agregó que son los comerciantes los que incurren en delito, debido a que ellos en varias ocasiones han querido llegar a un acuerdo con la estación policial, para dejarlos trabajar libremente, lo que no vamos a permitir.
Los manifestantes señalaron que si las denuncias contra Grijalba no se resuelven, están dispuestos a viajar hasta la sede policial de Coatepeque, para quemarla.