Comunitario

Continúa fuerte rechazo a minería, según Encuesta

El rechazo a la actividad minera en el país se mantuvo en comparación con el año anterior, con un 66 por ciento entre la población, y subió tres puntos porcentuales en relación con julio del 2012. Sin embargo, la novedad de este año es que la desaprobación de esa actividad tuvo una marcada alza en la capital, con 11 puntos porcentuales en comparación con otros años.

Pobladores de Nueva Santa Rosa portan carteles en los que manifiestan su oposición a la minería en El Escobal.

Pobladores de Nueva Santa Rosa portan carteles en los que manifiestan su oposición a la minería en El Escobal.

El resultado de la Encuesta Libre, de Prensa Libre, resalta que el 64 por ciento de la población adulta joven consultada, de entre 18 y 35 años, no están de acuerdo con la actividad minera. Esta parte de la población representa un 15 por ciento, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE), de los 15.8 millones de habitantes que tendría Guatemala.

El estudio elaborado por la empresa Prodatos, consultó a los participantes de manera directa: ¿Está a favor o en contra de la minería en el país?

En las respuestas, además, se reveló que el rechazo se encuentra más marcado entre las mujeres, ya que el 69 por ciento contestó de manera negativa, contra el 64 por ciento de los hombres, una tendencia que también se reflejó en el 2013.

DESCARGA- Vea el PDF de la desaprobación a la minería

Si bien el reporte indica que la percepción negativa de la minería creció en la capital, en la provincia, los datos revelan que en el área urbana la aceptación de la actividad extractiva es de 34 por ciento, un punto más que en el 2013 y dos más que en junio del 2012.

En el área rural, únicamente el 31 por ciento aprueba la minería. A pesar de la baja aceptación, es tres puntos porcentuales mayor que el año pasado.

Reacciones

Pedro Maldonado, del Centro de Acción Legal, Ambiental y Social (Calas), comentó los datos presentados en la Encuesta Libre que confirman el resultado de las consultas populares que se han celebrado en varios municipios del país: “La mayor parte de la población que ha sido consultada ha rechazado la actividad minera y los datos de la encuesta vienen a confirmar esa tendencia”.

“Llama la atención el alza en la capital, es posible que esto se deba a la actitud tan abierta en que el gobierno de turno apoya la actividad minera. La gente se ha enterado de que se ha implementado la fuerza y criminalizado a los líderes comunitarios que se oponen al tema minero”, dijo Maldonado.

Julio González, del Colectivo Madre Selva, expuso que los datos pueden ser reflejo de “que las personas han buscado información sobre el tema de minería y por notar las torpezas que se han cometido a nivel gubernamental en cuanto a que han enfrentado a las comunidades”.

“Debemos tomar en cuenta también que las comunidades tienen una cosmovisión de respeto a la tierra y la naturaleza, por lo que ver cómo la minería puede destruirla provoca un rechazo en la gente por el irrespeto al aire, tierra y agua”, agregó González.

Mencionó que un dato que “sorprende” es que los adultos jóvenes también muestren su descontento con la actividad minera.

“Se cree que los jóvenes no piensan mucho en otras personas, pero con el escenario que viven y toda la información que reciben han desarrollado conciencia con los problemas de los habitantes de los departamentos”, indicó el activista de Madre Selva.

Mario Orellana, presidente de la Gremial de Industrias Extractivas, interpretó que el resultado del estudio efectuado del 4 al 8 de enero últimos “es producto de una mala información a nivel general”.

“Muchas veces ha fallado el Estado, empresas y gremiales en llevar la información correcta a las personas”, explicó Orellana, quien afirmó que no se puede negar que el mundo necesita de los minerales y que sería muy difícil vivir sin ellos.

“Es irresponsable decir que se haga minería en otros lados, menos aquí. La minería ha llegado a tal nivel tecnológico que puede hacerse en perfecta armonía con el medioambiente, reduciendo sus impactos, como es ejemplo ya en empresas a nivel local que tienen programas ambientales”, expresó el presidente de la gremial.

Fernando López, presidente de la Cámara de Industria de Guatemala (CIG), expuso que habría que analizar todas las aristas que llevaron a esa opinión a los guatemaltecos.

“En principio hay un detalle, la opinión de la gente se basa de manera común en la información que recibe, y la información que se ha estado dando de la minería es negativa. En la medida en que esa información se siga recibiendo y replicando es lógico esperar que genere un rechazo”, argumentó López.

Coincidió con Orellana al indicar que falta información sobre cuáles son los beneficios de la minería.

“En función de esa información real debería tomarse una decisión con mejores fundamentos. Eso requiere un proceso que desafortunadamente no se ha seguido”, precisó el presidente de la CIG.

Genera interés

Juan Pablo Pira, experto en estudios de opinión pública de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), manifestó que, de acuerdo con estudios efectuados en el 2010, los datos “prácticamente son los mismos”.

“Podría decirse que a escala nacional la opinión es la misma. Pero un dato realmente interesante es que tampoco ha existido mucha diferencia en países vecinos, lo cual refleja que el trabajo en relaciones públicas de las mineras no trajo los resultados deseados”, dijo.

Magaly Arrecís, especialista socioambiental del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos (Ipnusac), comentó que los datos dan la impresión que con el pasar de los años las personas se han interesado más en el tema minero.

“Estos estudios levantan conciencia por los daños que esta actividad pudiera estar provocando, si no se realizara adecuadamente”, afirmó Arrecís.

José Miguel de la Vega, viceministro de Minería e Hidrocarburos, aseguró que no hay una respuesta simple o sencilla a la diferencia de porcentajes. “Considero que en el fondo sigue existiendo un desconocimiento de lo que es la minería y que ha ido teniendo tintes políticos”, añadió.

Perfil minero en Guatemala

El MEM  emite tres tipos de licencias: de materiales de construcción, minerales metálicos y no metálicos.

Los minerales que se explotan en el país son oro, plata, cinc, plomo, cobre, mercurio, hierro, níquel y cobalto, entre otros.

El mapa de catastro minero indica que Sololá es el único departamento que no tiene emitida ni en trámite ninguna licencia.

Según la Ley de Minería e Hidrocarburos, las empresas mineras están obligadas a pagar el 1% de sus  regalías al Estado.

En el  2012 el Gobierno y las empresas extractoras acordaron subir voluntariamente al 5% las regalías para el Estado.

En el  2013 el Ejecutivo envió al Congreso una iniciativa de ley para declarar una moratoria, la cual no ha sido conocida.  

En el  2012  el sector minero generó más de Q24.8 millones para el Estado; en el 2011 fueron Q35.7 sin incluir el ISR.

En todo el litoral Pacífico se han extendido licencias de exploración para comprobar la existencia de minerales.

Regalías    

Estado se beneficia

Mario Orellana, presidente de la Gremial de Industrias Extractivas, reveló que toda la actividad de ese gremio podría generar ingresos al Estado por no menos de Q1 mil 500 millones de impuestos totales por extracción de minerales.

Mal negocio

Muy pocos  ingresos  

Pedro Maldonado, abogado de Calas, afirmó que la gente ya sabe que la explotación minera  no es buen negocio para Guatemala. “El país está regalando sus recursos naturales y la gente de la capital y la provincia   ha generado conciencia”, afirmó.

Análisis

Confunden el tema

Pablo Pira, analista de Asíes, destacó que muchas veces el tema minero es confundido con el hidroeléctrico, lo cual provoca que muchas personas lo relacionen y que “la opinión se forma en gran parte por lo que dicen los medios”.

Problemas

Se olvida lo técnico

Según José de la Vega, viceministro del MEM, otro problema de la minería es que  se ha dejado por un lado el aspecto técnico y con el tiempo ha ido adquiriendo otras implicaciones que se han prestado para manipular la información.

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