Se recomienda no ver el ciberespacio como algo imaginario. No es un lugar aislado de la realidad, y lo que cada usuario suba a internet a través de las redes sociales será asociado con su persona.

Cuidar la información personal, puesto que una vez subida podría quedarse allí durante mucho tiempo. Es bueno preguntarse qué sucedería si se difundiera.

Si bien existen peligros en internet, no hay que tener miedo. De esta forma es posible disfrutar la experiencia. Contar con una solución de seguridad protegerá al usuario ante malware y otro tipo de amenazas.

No usar servicios de correo o de información sensible en una red inalámbrica pública (wi-fi). Esta puede ser intervenida, por lo que se debe tener cuidado de no ingresar al correo o a otros servicios que involucren información sensible como datos financieros.

Mantener los programas actualizados, ya que esto sirve muchas veces para solucionar fallas de seguridad de versiones anteriores. A veces las vulnerabilidades encontradas en aplicaciones pueden tardar un tiempo en ser solucionadas.