Escenario

Tron, el legado continúa

Tron es una cinta mágica de la era digital, capaz de rejuvenecer a artistas y decidida a cambiar la imagen de la primera película, que se estrenó hace 28 años.

Fue una de las primeras cintas con animación en Hollywood, y un fracaso de taquilla, pero también un filme de culto destinado a regresar en 2010 como una obra retro futurista. En esta, Jeff Bridges hace un doble papel.

Antes y después…

“Es una historia complicada, porque estamos construyendo sobre una trama que se hizo en 1982, y estamos creando una historia intermedia 28 años después”, dijo a la AFP el director de la cinta Joseph Kosinski, el arquitecto e ingeniero mecánico que se convirtió en creador multimedia.

Los diversos premios que obtuvo Kosinski por la dirección de los comerciales de XBOX Gears of War y Halo para el juego de Sony PlayStation convencieron a Disney de que era este versátil profesional de 36 años el encargado de resucitar a Tron, The Legacy, en una historia con tecnología de punta que llegará a las pantallas de Norteamérica mañana. La primera versión (1982) costó US$17 millones y recaudó después de varias semanas en cartelera US$33 millones, un monto bajo para las expectativas que tenía Hollywood —entonces narcotizado por la recaudación de La Guerra de las Galaxias—.

Tecnología de punta

La capacidad de manipular imágenes digitalmente podría convertirse en una fuente de eterna juventud, y así lo experimenta Jeff Bridges. El actor de 61 años interpreta a Kevin Flynn a su edad natural, y a Clu, un avatar computarizado que no ha envejecido desde la época en la que se desarrolla la película Tron original. Clu tiene el rostro de Bridges, alterado para hacerlo lucir de unos 35 años de edad, pero el cuerpo de un actor más joven.

En esta trama creada por Steven Lisberger, un programador de videojuegos interpretado por Bridges, se introduce en el interior de los programas de una computadora, en donde vive varias aventuras, y sigue atrapado en las redes de esta. En la cinta actual, su hijo, encarnado por Garrett Hedlund, entra por curiosidad a la misma dimennsión.

Según Kosinski, debió crear y diseñar un mundo inexistente. “A mí me encantó la posibilidad de crear un mundo a partir de cero”, sostuvo el director, al reconocer que le da nervios cumplir las expectativas de los fanáticos que esperan la secuela.