Una estafa que inicia con una oferta “demasiado buena para ser verdad” es la primera señal de posible estafa. Los delincuentes aprovechan publicidad engañosa en redes sociales para atraer a usuarios de banca móvil con promociones llamativas, como viajes muy baratos, servi­cios de mensajería con descuentos exagerados, ganancias o bonos por ver vídeos o dar likes, o hasta 50% de descuento en combusti­ble o viajes gratuitos al descargar una app. Todo parece legítimo para hacer que mues­tres interés.

A partir de ese momento, la estafa se vuelve más directa y personal: recibes la llamada de un número desconocido para guiarte paso a paso a instalar la aplicación.

El estafador solicita otorgar permisos que ponen en riesgo tu información personal:

• Permiso de accesibilidad
• Acceso a notificaciones
• Lectura de SMS
• Superposición de aplicaciones
• Incluso acceso a la cámara.

Importante: estos permisos permiten que la aplicación tome control del dispositivo de forma remota.

¡Acceso a tus cuentas bancarias!

Una vez instalada la app, los delincuentes pueden:

• Acceder a tus cuentas bancarias
• Leer tus mensajes
• Utilizar la cámara de tu dispositivo y capturar fotografías.

¿Cómo no ser víctima de esta estafa?

Para empezar, nunca descar­gues aplicaciones fuera de Google Play Store. Recuerda que “no todo lo que brilla es oro”, por lo que debes desconfiar de promociones demasiado atrac­tivas para ser realidad. Sospe­cha de llamadas que provienen de números desconocidos. ¡Detente! si la instalación de la app requiere permisos extraños, es decir: accesibilidad o lectura de tus mensajes de texto (SMS).

Con información clara y una actitud preventiva, es posible navegar de forma más segura y evitar caer en este tipo de estafas digitales.