Tras varios días de silencio, Sosa respondió a través de su Departamento de Comunicación a un cuestionario enviado por Prensa Libre .
A continuación se transcriben lo más relevante de sus respuestas que fueron redactadas en tercera persona:
¿Cuál es su opinión respecto al destino que se dio a los recursos que provendrán de los eurobonos en el Congreso y que no se guarde nada para proteger la economía de un posible shock externo, como usted propuso?
Si bien se respeta la facultad soberana del Congreso de la República para disponer del destino de los recursos provenientes del endeudamiento público… se lamenta que el país no aproveche esta oportunidad de contar con la protección consistente en fortalecer las reservas internacionales, lo que sigue siendo aconsejable para cimentar la estabilidad macroeconómica en caso de eventos imprevistos en el campo externo o interno.
Por tal razón considera poco recomendable que los recursos solicitados para esa protección se destinen al gasto público.
No obstante, considera que en su calidad de Presidente de la Junta Monetaria y del Banco Central, cumplió con su deber técnico de solicitar ese blindaje y su deber político de luchar porque eso se diera.
Desde un punto de vista técnico, lo conveniente es continuar impulsando políticas monetarias y fiscales disciplinadas: la disciplina macroeconómica es un componente fundamental de cualquier blindaje macroeconómico.
¿Cuál podría ser la reacción de los organismos internacionales que han suscrito préstamos con el país, después de conocer el destino del dinero de la colocación de los Eurobonos?
El Presidente del Banco Central opina que la reacción de los organismos internacionales tendería a ser desfavorable, puesto que la utilización de los recursos en la forma aprobada en el presupuesto expandería el déficit fiscal por encima de los indicadores recomendados.
Pero cabe mencionar que hasta el momento, según las evaluaciones realizadas por la misión del FMI que se encuentra en el país, las cifras macroeconómicas son alentadoras, sobre todo con una clara reducción del déficit fiscal.
Las negociaciones con el FMI implicarían, sin duda, la discusión de límites al déficit fiscal y al endeudamiento distintos a los máximos previstos en el presupuesto.
Si no se dispone del blindaje económico, ¿la economía corre riesgos a futuro con el incremento de la deuda pública y el entorno económico vigente?
Evidentemente con el endeudamiento, sin la adopción de medidas de protección a la estabilidad macroeconómica recomendada por el banco central que por un lado fortalezcan la posición de las finanzas públicas y la de los ingresos tributarios y, por otra, fortalezcan la capacidad productiva del país, podrían poner a la economía de Guatemala en una posición de mayor riesgo. Sin embargo, un convenio con el FMI eliminaría tal posibilidad.