La CIDH, órgano autónomo de la OEA, “expresa preocupación por los hechos de violencia ocurridos en Granja Penal Canadá, en la provincia de Escuintla, Guatemala”, el 29 de noviembre.
Guatemala debe adoptar “medidas necesarias para prevenir que vuelvan a producirse incidentes similares”, “investigar el incidente con la debida diligencia”  y sancionar a los responsables, señaló la Comisión.
Los disturbios se originaron por las tensiones latentes entre los grupos de internos “paisas”  y “cholos”  en esta prisión de máxima seguridad diseñada para 600 detenidos pero que alberga a cerca de 3 mil reclusos, incluyendo asesinos, secuestradores, violadores y líderes pandilleros.
Según la policía, los paisas “estaban hartos de tanto abuso”, por lo que decidieron ejecutar a 20 cholos, pero tres de ellos pudieron escapar a otros sectores de la prisión.
Los “hechos tuvieron lugar en una situación de hacinamiento”, indicó la CIDH, que llamó a implementar medidas alternativas a la prisión preventiva para descongestionar los centros de reclusión.
Preocupada por la violencia en los recintos del país centroamericano, la Comisión, con sede en Washington, instó a las autoridades guatemaltecas a implementar reformas estructurales.
Algunas medidas concretas incluirían “desarmar a los reclusos”  e impedir que ingresen armas al penal, aumentar el personal de seguridad dentro de las prisiones e investigar los hechos de violencia, indicó el organismo con sede en Washington.