ALEPH

Por eso la importancia de la lectura

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Volvimos a votar, pero no a elegir, y la segunda vuelta no tiene puerta de salida a una forma distinta de hacer política en Guatemala. La lucha anticorrupción dejó más de 300 casos en el sistema de justicia y a más de 400 personas ligadas a procesos judiciales que están en riesgo de sumar cifras a la impunidad: la organización Pro Justicia señala que el rey del Tenis, quien guarda prisión preventiva en el Mariscal Zavala, ha vuelto a interferir en el proceso de elección de magistrados de la Corte Suprema de Justicia y Corte de Apelaciones, vía las comisiones de Postulación, el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala y algunos diputados en el Congreso.

Estamos por volvernos el “tercer país seguro”, eufemismo para nombrar un campo de concentración de migrantes con fronteras selladas, sin siquiera la capacidad para recibir y absorber a todos los deportados que nos envían semanalmente desde el norte. Vivimos en un narcoestado, secuestrado por los criminales organizados de todas las mafias y maras, las clandestinas y las abiertamente reconocidas. Regresó el desfile militar a las calles luego de 12 años de que se hiciera dentro de las propias instalaciones. Además, se fue el señor Morales a Argentina a comprar dos aviones Pampa III para el Ejército, por un costo de US$28 millones, con el fin de “satisfacer sus necesidades de defensa del espacio aéreo nacional” (el vocero del Ejército dixit) en su lucha contra el narcotráfico, aunque la semana pasada la Contraloría General de Cuentas señalara que ni siquiera existen pruebas del supuesto servicio prestado por dos empresas de mantenimiento y reparación a los tres radares del Ejército encargados de la detección del ingreso ilegal de aeronaves al país. Hasta ayer, el Ejército negaba la compra de los aviones, mientras el director ejecutivo de la fábrica de aviones en Argentina y el presidente de aquel país lo confirmaban. Y, por si fuera poco, en estos últimos días salió a luz que el Inde quiere aprobar, a marchas forzadas y sin los estudios técnicos serios de respaldo, una planta solar que costará US$100 millones.

Nada de lo anterior se ha generado espontáneamente; es parte de un proceso histórico de exclusión y despojo para muchos, y de acumulación y privilegios para pocos. Como bien dice Irene Piedrasanta en su libro Alfabetización y poder en Guatemala, los años de la Guerra fría 1944-1984: “El analfabetismo tiene la particularidad de ser en sí, una manifestación de ciudadanía restringida, pero ha servido, a su vez, para restringir ciudadanía”. Millones han estado históricamente excluidos de lo más esencial, y nuestros indicadores sociales (educación, alimentación, salud, trabajo) están entre los más vergonzosos del mundo.

Por lo tanto, hablamos de históricos titiriteros jalando los hilos de las masas iletradas (y también de las masas letradas pero funcionalmente analfabetas porque no leen ni piensan por sí mismas), que hoy siguen respondiendo más a mitos, consignas, fake news y frases prefabricadas que a ideas, razones y a la más elemental solidaridad humana.

' Hablamos de históricos titiriteros jalando los hilos de las masas iletradas.

Carolina Escobar Sarti

Por todo lo anterior, mis ojos están puestos en Filgua 2019, organizada por la Asociación Gremial de Editores de Guatemala. Del 11 al 21 de julio, en Fórum Majadas, la más importante feria del libro en Guatemala, y una de las actividades culturales ya imprescindibles en la región, vuelve a nosotros. Esta vez tiene como invitado especial a Chiapas, que no deja de traerme los ecos de Rosario Castellanos y Jaime Sabines.

Aún hay acá muchos que se burlan de las ideas y el saber. Y sin embargo, nunca como ahora, en la era de la posverdad, la tecnología, los neofascismos y la incertidumbre, ha sido tan necesario leer, pensar e interpretar. Contra cualquier tiranía, alcanzan el saber y la lectura. Leer también generará, en algunos años, cambios importantes para Guatemala, y por ello la Filgua dedica tanto de su programa a niños, niñas y jóvenes para convertirse, sin duda, en un camino, en un presente y en un futuro que se leerá en clave de democracia.

ESCRITO POR:

Carolina Escobar Sarti

Doctora en Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad de Salamanca. Escritora, profesora universitaria, activista de DDHH por la niñez, adolescencia y juventud, especialmente por las niñas.