Sololá

¿Por qué las cosas suben en vez de bajar? El Paso Misterioso desconcierta a vecinos y pilotos

Ilusión óptica, campos magnéticos opuestos, existencia de minerales y fuentes de agua bajo la tierra o fuerzas sobrenaturales son las opiniones que giran en torno al por qué las cosas suben en vez de bajar en la ruta de San Lucas Tolimán a Cocales.

El lugar es promocionado por el Inguat. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

El lugar es promocionado por el Inguat. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

Durante años, los vecinos del sector La Guardianía, San Lucas Tolimán, Sololá, no han encontrado explicación que los convenza sobre el fenómeno que ocurre en el kilómetro 161 de la carretera que conduce a Cocales, Patulul, Suchitepéquez, porque ahí, “las cosas suben en vez de bajar”.

Ese lugar fue bautizado como “Paso Misterioso”, y durante los últimos años ha sido visitado por miles de personas que buscan experimentar lo que muchos cuentan. El fenómeno es tan extraño que basta con detener un vehículo, sin importar su tamaño, desconectarlo en bajada y ser testigo de cómo es atraído en sentido contrario.

Una forma práctica para experimentarlo es colocar una botella sobre la carretera y a los pocos secundo esta comienza su trayecto “cuesta arriba”, ganando velocidad hasta que finalmente se detiene. Esa prueba también puede hacerse al derramar agua sobre la cinta asfáltica.

El lugar es promocionado por el Inguat. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

Denilson Chuj, quien se dedica al corte de café y que todos días pasa por ese lugar, dijo que es un misterio que en la comunidad nadie ha podido resolver, aunque dice que muchas personas cuentan que debajo de la carretera pasa una corriente de agua que avanza en forma de remolino y que por eso las cosas suben en vez de bajar.

Agregó que para ellos es normal ver que los viajeros detengan sus vehículos y experimente el fenómeno, pero asegura que no pueden dar mayores explicaciones porque nadie sabe qué es lo que en realidad ocurre.

“Se dice que un remolino pasa bajo la tierra y que atrae las cosas”, comentó Chuj, quien descarta que la carretera esté mal construida, pues en ese punto casi nunca ocurren accidente de tránsito.

María Hernández, otra vecina del lugar, comentó que es difícil explicar lo que sucede, porque ella pasa por ahí todos los días y no experimenta dificultades para caminar.

“Puede que sea porque ya me acostumbré, pero la verdad es que no siento nada cuando camino por este lugar”, dijo la mujer, quien también quisiera tener una explicación de lo que ocurre, pues en varias oportunidades ha sido testigo de como las cosas suben en vez de bajar.

El agua también pareciera correr hacia arriba, en el km 161, La Guardianía, San Lucas Tolimán. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

Para Sandra Juracán y su familia también es un misterio lo que pasa en esa carretera, la cual ha ganado popularidad, al extremo que algunas empresas e instituciones del Estado, como el Inguat, dan la bienvenida a los viajeros que se desplazan entre el altiplano y la Costa Sur.

Pero mientras la respuesta a esas interrogantes llega, los vecinos verán pasar a decenas de personas por esa ruta, donde el ambiente se rodea de misterios.

Ilusión óptica

Fenómenos como este hay en varios países, incluso algunos medios internacionales han hecho un ranquin.

De acuerdo con algunas publicaciones, a esos fenómenos se les conoce como “colinas anti gravitatorias” o “lomas magnéticas”, las cuales, debido a la distribución de terreno producen una ilusión óptica. Añaden que por lo general se trata de carreteras de zona montañosa donde se oculta el horizonte.

Sergio García Cabañas, director Ejecutivo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres, comentó que se han hecho evaluaciones en ese lugar, las cuales han determinado que lo que ocurre es una ilusión óptica, debido a las características del terreno.

Vecinos de La Guardianía, San Lucas Tolimán, Sololá, caminan todos los días por el "Paso Misterioso", pero no se explican qué es lo que pasa en el lugar. (Foto Prensa Libre: César Pérez Marroquín)

“Es un fenómeno óptico nada más. Ahí no hay fallas (geológicas) ni nada, es una ilusión óptica”, señaló García Cabañas.

Igual opinión tiene Eddy Sánchez, director del Instituto Nacional de Sismología vulcanología e Hidrología (Insivumeh), quien comentó: “Es un efecto óptico, porque en realidad en el área se da la senciación de que se está subiendo, pero en realidad se está bajando”.

ESCRITO POR:

César Pérez Marroquín

Periodista de Prensa Libre especializado en temas políticos y de medioambiente con 25 años de experiencia.