Mario Alberto Molina

Arzobispo emérito de Los Altos. Reside en Quetzaltenango. Fue también obispo de Quiché. Es doctor en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico. Ha sido docente en diversos centros teológicos en Guatemala y decano de la facultad de teología de la Universidad Rafael Landívar.

NOTAS DE Mario Alberto Molina

Al cielo llegan los que caminan bien en la tierra.
Los jubileos cristianos tienen la pretensión de ajustar las deudas con Dios y con el prójimo.
Los relatos del nacimiento de Jesús manifiestan su identidad y misión.
En algún momento se descubrirá la inviabilidad social de la verdad reducida a opinión subjetiva.
Para dar sentido de vida frente a la muerte y los desvaríos de la libertad.
Retener el salario a los trabajadores es un delito que clama al cielo.
El culto que se tributa a Dios beneficia primariamente a quienes lo practican.
Jesús vino para enseñar el camino de la vida que dura para siempre.
La verdad de la doctrina de la fe no se basa en el número de quienes la acepten.
El mal es real, pero advenedizo, de allí la esperanza de la liberación definitiva.