El ejercicio físico es bueno y necesario para las mascotas y también para sus amos. En ambos casos, el ejercicio es una buena forma de mantener un peso adecuado, de conservar la flexibilidad de las articulaciones y los músculos y es un estímulo positivo para su mente.

Sin embargo, como todo en la vida, el ejercicio en exceso también puede ser dañino. El tipo de intensidad de ejercicio dependerá de la edad y peso del perro. El ejercicio puede empezar en perros tan pequeños como de entre tres y once meses. Al ser cachorro y estar en pleno crecimiento, no se le puede exigir mucho ejercicio pues se pueden dañar sus articulaciones. Una caminata corta de 20 minutos es suficiente para que un cachorro se ejercite adecuadamente.

Toma en cuenta los ejercicios que debe realizar el perro según su edad:

Ejercicios para cachorros

Suelen estar llenos de energía y por eso es importante darles suficiente tiempo para el juego. Lanza su juguete hasta que caiga rendido. Se debe tener cuidado con los objetos duros que podrían lastimar al cachorro. Además, para hacer del juego un tiempo más enriquecedor, es mejor si tiene un compañero cachorro para que ambos quemen sus energías al mismo tiempo.

Ejercicios para perros jóvenes

Ahora sus patas son más robustas, sus pequeños dientes ya han crecido y ya duele cuando muerde y parece que no para nunca. En esta etapa ponlo a:

• Correr: se cansará fácilmente. Consulta con tu veterinario de confianza sobre que tan apto está tu perro para correr distancias largas o periodos de tiempo prolongados, según su raza.
• Lanzar la pelota: un ejercicio popular y funcional para dueños cansados. Puedes lanzar la pelota y si sabe devolvértela, se ejercitará hasta cansarse.
• Paseo en el parque: si tu perro se relaciona bien con niños y con otros perros, podrías llevarlo al parque a que interactúe con ellos. Eso sí, mantenlo con correa y suéltalo solo si eso no supone un riesgo para su integridad y la de los demás.

Ejercicios para perros adultos

Algunos perros mantienen su energía, pero otros prefieren descansar en su camita. Sin embargo, ambos necesitan el ejercicio físico. Toma nota de los siguientes:

• Caminar: los paseos siempre son emocionantes y una excelente manera de quemar su exceso de energía, además de ser favorable para su mente y cuerpo.
• Excursiones: la clásica caminata adquiere un nuevo sentido cuando se realiza en lugares nuevos donde pueden percibir olores interesantes.
• Correr: se debe empezar paulatinamente para que tanto dueño como perro adquieran resistencia. Puede que con la edad se le dificulte un poco pero no lo fuerces y solo observa como responde su organismo después de correr.

El Canicross

Esta practica deportiva ha adquirido popularidad en Guatemala. Consiste en salir a correr en entornos naturales junto al perro, pero unidos por una correa que está atada a la cintura del dueño y al cuello del animal. Además de fortalecer su vínculo, favorece el estado físico saludable de ambos.

Ejercicios alternos

A partir de los once meses, un cachorro ya puede realizar deportes de agilidad. Estos consisten en superar secuencias de obstáculos, saltos, rampas y túneles. Además, Paulo Bolaños, adiestrador canino de Sportdog Guatemala, cuenta que la natación también es un ejercicio muy saludable para los perros de casa.

“Es un entrenamiento que no se ha desarrollado mucho en Guatemala pero que a los perros que les es instintiva la natación, les gusta muchísimo. A otros perros hay que enseñarles, cargarlos y gradualmente introducirlos al agua. Poco a poco agarrarán confianza y lograrán superar el miedo al agua”, explica Bolaños.

El adiestrador explica que se les puede exponer al agua desde los tres meses de edad. La natación les ayuda a los perros a ser fuertes mentalmente al llegar a la edad adulta. De hecho, entre más ambientes experimente el cachorro a temprana edad, menos sensibilidad tendrá a las cosas que enfrente, pues muchas de ellas ya le serán conocidas en la edad adulta. Por lo tanto, es bueno ejercitarse en los campos, en lugares públicos, en el agua, en la playa y en diferentes escenarios, siempre bajo la supervisión del dueño.

Noé dice:

Ofrécele a tu perro suficiente agua durante y después del ejercicio. Él decidirá cuanto tomar, pero nunca le des agua muy fría, sino a temperatura ambiente.