Gasolina con etanol, un paso firme hacia la sostenibilidad en Guatemala
A partir del próximo año, los aditivos tóxicos en la gasolina se sustituirán por un aditivo limpio, el etanol, un biocombustible orgánico y renovable que ya se usa con éxito en más de 60 países del mundo. Esta transición promete beneficios ambientales, económicos y de salud pública para el país, sin que los consumidores deban modificar sus vehículos o cambiar sus hábitos.
La sustitución de aditivos tóxicos que en la actualidad se utilizan en la gasolina en Guatemala, mundialmente identificados como cancerígenos, por un aditivo como el etanol es parte de una política pública de Estado definida desde hace 17 años, que ha trascendido gobiernos y que hoy es liderada por el Ministerio de Energía y Minas (MEM). Esta política busca mejorar la calidad del aire y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero sin necesidad de hacer grandes modificaciones en la infraestructura actual para que los guatemaltecos puedan respirar un aire más limpio.
Para su implementación, las estaciones de servicio que cumplen con las normativas del país no necesitan cambiar sus equipos y los usuarios seguirán utilizando sus vehículos como siempre. Solo las terminales importadoras de combustible deben hacer adecuaciones mínimas.
Con 10% de etanol en la gasolina, Guatemala reducirá emisiones y riesgos de cáncer sin afectar precios ni motores.
Según explica Aída Lorenzo, gerente de la Asociación de Combustibles Renovables de Guatemala (ACR), además de su bajo costo, el etanol destaca por sus efectos positivos en el medio ambiente y la salud pública. “Está comprobado que su uso puede reducir al menos en un 70% las emisiones de gases de efecto invernadero en comparación con la gasolina convencional”, asegura Lorenzo.
Esto representa una mejora directa en la calidad del aire, especialmente en zonas urbanas donde la contaminación es un problema creciente, principalmente provocada por el parque vehicular. Por ello, según la experta, una mezcla de 10% de etanol en la gasolina disminuye el riesgo de cáncer de pulmón hasta en un 20%.
“El etanol es un alcohol de origen vegetal, renovable y orgánico que se utiliza desde hace más de 40 años como aditivo para la gasolina en más de 60 países. Mejora el octanaje, sustituye aditivos tóxicos y reduce las emisiones en el tubo de escape”.
Aida Lorenzo, gerente de la Asociación de Combustibles Renovables de Guatemala (ACR).
SIN CAMBIOS PARA EL CONSUMIDOR
Una preocupación frecuente es si los consumidores notarán diferencias en el funcionamiento de sus vehículos o en el precio del combustible. Lorenzo es clara: “El usuario no tiene que hacer nada. El etanol es compatible con motores que ya circulan en el país. De hecho, los vehículos que importamos de Estados Unidos ya han usado etanol allá”. Respecto al precio, se espera que éste se mantenga igual o incluso baje levemente, como ha demostrado la experiencia internacional.
“El etanol es uno de los aditivos más baratos en el mercado internacional. Sustituye compuestos tóxicos y más costosos, como el benceno y el tolueno”, añadió.
Guatemala se une a países como Brasil, Perú, Argentina y Uruguay, que llevan décadas usando biocombustibles sin alterar sus redes de distribución ni afectar a los consumidores.
RESPALDO TÉCNICO Y EXPERIENCIA COMPROBADA
En 2020, el proyecto piloto “Movilidad Verde”, liderado por el MEM junto a otras entidades, validó la viabilidad del etanol en Guatemala. Se realizaron pruebas en motocicletas y automóviles de distintas marcas y modelos, sin reportar daños o alteraciones mecánicas, con disminuciones significativas en sus emisiones, según pruebas científicas realizadas por la Universidad del Valle de Guatemala.
Además, el país ya tuvo una experiencia previa: entre 2015 y 2016, una de las principales comercializadoras de combustibles utilizó etanol en más de 50 estaciones sin anunciarlo al público y sin registrar incidentes, según cuenta la entrevistada.
