Guatemala celebra 50 años de liderar programa de salud pública mediante la fortificación del azúcar

Este esfuerzo interinstitucional ha logrado reducir la ceguera infantil y ha sido reconocido como un caso ejemplar, que pone de manifiesto cómo la colaboración entre la ciencia, el gobierno y la industria puede generar cambios duraderos, significativos y beneficiosos para toda la sociedad.

La fortificación del azúcar con vitamina A ha sido clave para reducir significativamente la ceguera infantil en Guatemala.

La fortificación del azúcar con vitamina A ha sido clave para reducir significativamente la ceguera infantil en Guatemala.

Entre los años 1965 y 1967, el Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) confirmó la deficiencia de vitamina A en la población guatemalteca, causando problemas de salud como la ceguera en niños entre uno y siete años. 

Posteriormente, en 1974, el Benemérito Comité Pro-Ciegos y Sordos de Guatemala, hizo un llamado sobre los efectos de dicha deficiencia nutricional relacionados con afecciones a la vista, como reducción en la capacidad visual y deterioro en la conjuntiva y córnea de ojo. 

De esta cuenta, el trabajo científico aportado por el INCAP y el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), respaldaron la decisión firme del Gobierno para establecer la fortificación obligatoria del azúcar con vitamina A. Medio siglo después, los datos reafirman el éxito del programa: la ceguera infantil se redujo de un alarmante 26% a menos del 0.3%, según la Encuesta Nacional de Micronutrientes (2009-2010). 

Además, la fortificación del azúcar ha contribuido a mejorar el sistema inmune de los guatemaltecos y su estado nutricional. 

Hasta la fecha, la fortificación del azúcar con vitamina A se continúa implementando bajo el acuerdo gubernativo 021-200, aplicándose tanto a productores nacionales, como a importadores. 

EL AZÚCAR COMO VEHÍCULO PARA VITAMINAR 

De acuerdo con Omar Dary, PhD en nutrición y fortificación de alimentos en salud pública, “los programas de fortificación de alimentos se basan en utilizar un producto alimenticio procesado por industrias formales y centralizadas, y que son consumidos regularmente por poblaciones a riesgo de inadecuaciones nutricionales. Estos productos se utilizan como vehículos de micronutrientes para alcanzar a las poblaciones vulnerables”. 

De esta manera, se determinó que “el azúcar garantiza el alcance a los lugares más remotos y a las poblaciones más vulnerables”, agregó Manuel Rodríguez Pumarol, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) para Guatemala. 

El Dr. Dary añadió que “la idea es sacar provecho de productos inocuos y bien procesados, y sobre todo de sus sistemas de distribución ya existentes y confiables, y que no tienen costo para los gobiernos. El objetivo nunca ha sido aumentar el consumo de estos productos seleccionados con propósitos de salud pública”. En este sentido, en Guatemala también se fortifican productos de consumo diario como sal, harina refinada de trigo y harina nixtamalizada de maíz. 

Es importante destacar que, para el éxito del programa, los consumidores también juegan un papel importante al informar se y seleccionar los productos adecuados, en las cantidades necesarias. En este sentido, Josefina de Trabanino, directora de la Liga del Consumidor, explicó que esta organización “brinda las herramientas para que el consumidor pueda informarse y revise en el etiquetado el nombre del producto, fecha de vencimiento, nombre de la empresa y el logotipo del azúcar, que es el ojito, para que el consumidor tenga la seguridad de adquirir bien sus productos”

La ceguera infantil se redujo del 26% a menos del 0.3% gracias a la fortificación del azúcar para combatir la deficiencia de vitamina A en la población.

UN PROGRAMA QUE UNE ESFUERZOS DE VARIOS SECTORES 

El programa de fortificación del azúcar con vitamina A, que ha colocado a Guatemala como un caso de éxito en la fortificación de alimentos, ha sido el resultado de la alianza entre varios sectores. “Tenemos al Estado, con el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social; Asazgua, como representante del sector privado; la academia y universidades; tenemos al INCAP y nosotros como UNICEF. Ha sido una iniciativa con múltiples actores que hemos logrado coordinar de una manera eficiente para generar un impacto”, agregó Pumarol. 

Alfredo Vila, presidente de la Asociación de Azucareros de Guatemala (Asazgua), comentó: “Este programa es un modelo exitoso que demuestra que cuando la ciencia, la voluntad política y el compromiso del sector productivo se unen, se pueden alcanzar resultados trascendentales, sostenibles y de impacto real para la población”. 

Desde el punto de vista nutricional, Carolina Martínez, coordinadora del Laboratorio de Bioquímica Nutricional, del Departamento Técnico de Nutrición y Micronutrientes del INCAP, hizo énfasis en la importancia del respaldo científico para toda estrategia de salud pública. “Debe estar respaldada por un marco técnico sólido, que integre información actualizada (investigaciones, estudios, evaluaciones, entre otros), el criterio especializado de expertos y mecanismos de evaluación continua. Este enfoque permite diseñar intervenciones eficaces, equitativas y sostenibles, orientadas a mejorar de manera integral el bienestar nutricional de la población”. 

La fortificación del azúcar con vitamina A sigue siendo una medida eficiente para prevenir problemas de salud como la ceguera infantil. Ante lo cual, Martínez plantea: “El verdadero desafío consiste en mantener el programa vigente, incorporando los ajustes necesarios y favoreciendo las acciones que garanticen su eficiencia y sostenibilidad”. 

La información generada mediante evaluaciones nutricionales actuales indica persistencia de otras deficiencias nutricionales de interés en salud pública, como la vitamina B12 y el zinc, ante lo cual podría considerarse la fortificación de alimentos como una solución a largo plazo.

LIDERAZGO DE GUATEMALA EN LA FORTIFICACIÓN DEL AZÚCAR

El éxito de la fortificación del azúcar con vitamina A, motivó que el programa fuera replicado en otros países como: 

  • El Salvador 
  • Honduras 
  • Nicaragua 
  • Costa Rica 
  • Malawi 
  • Zambia 
  • Nigeria 
  • Mozambique