Los beneficios de una mascota en la niñez

No es únicamente una lección de vida para el menor, lo es también para toda la familia.

Farah Susana Illescas Barrientos

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El sueño de todo niño: tener una mascota. Ponerle nombre, darle de comer y limpiar sus necesidades. Son responsabilidades que vienen con el gozo de por fin tener una mascota. Lo mejor es que los beneficios van mucho más allá de la alegría. Según la psicóloga clínica Carmen Ortiz, tener una mascota aporta muchos beneficios en la vida de los seres humanos, en especial en la vida de los niños. “Mejora la calidad de vida, aumenta la longevidad, preserva el equilibrio físico y mental, facilita la recreación, reduce el estrés y la posibilidad de caer en depresión o ansiedad”, explica Ortiz.

Paralelo a todos estos beneficios, resalta que el gozo de tener una mascota “hace que el niño haga sus tareas con más amor y felicidad, pues darle de comer a la mascota y compartir tiempo con ella resulta una tarea agradable y puede compartir sus alegrías, tristezas, logros, fracasos, aciertos y errores con alguien que le escucha con atención, no le critica y le consuela sin decir una sola palabra”.

LA RESPONSABILIDAD ES COMPARTIDA

Antes de los nueve años, un niño aún no es capaz de limpiar bien, educar al perrito o gatito, sacarlo a pasear o calcular adecuadamente la ración de comida con la que se le debe alimentar. Sin embargo, a partir de los nueve años se le puede delegar algunas responsabilidades: alimentarlos con una medida establecida y fácil de calcular, limpiar si el perro o gato hace sus necesidades en un lugar inadecuado y estar pendiente del lugar donde el perro o gato descansa. Sin embargo, siempre será responsabilidad de los padres estar a cargo de la vacunación, las visitas al veterinario (a las cuales el niño puede asistir) y de monitorear al niño para saber la manera en que realiza sus atribuciones.

 

El vínculo que se da entre un niño y su perro juega un rol muy importante, pues contribuye en su desarrollo educativo y social. Al asumir las responsabilidades que conlleva tener un perro, aumenta la autoestima del niño y, en la mayoría de los casos, mejora la integración de la familia. Se fomentan valores como la responsabilidad, respeto, el cuidado a los demás, empatía y amor, entre otros. Además de provocar sentimientos de autoconfianza, valía personal, competencia y seguridad, lo cual ayudará al niño a alcanzar un adecuado equilibrio emocional.

 

Cuando la familia complace al niño al darle una mascota pero no se tiene la disposición de cuidarla adecuadamente, es recomendado decirles que no. “Si se va a cuidar a la mascota de manera irresponsable, si nunca se le va a cuidar, sacar a pasear o si tendrán al perrito amarrado en la terraza es mejor decir que no cuando piden una mascota. Si se les niega, se les debe explicar el por qué ‘porque el espacio no es adecuado, no se cuentan con los medios económicos, etc’”, explica la psicóloga, psicopedagoga, educadora emocional y asesora en disciplina positiva, Daniella Alvarez. Esto podría producir una percepción equivocada de tener una mascota, pues sería de una manera irresponsable y desconsiderada.

 

Si lo que se busca es generar empatía y que aprendan a preocuparse por otros seres, “se puede desarrollar estos valores al darle el cuidado de plantas o asistir a actividades de caridad. La convivencia con niños que atraviesan algún padecimiento o discapacidad les dará la experiencia de cuidar de otros”, añade Alvarez.

 

OTRAS MASCOTAS…

Si las mascotas son de otras especies, su cuidado puede complicarse un poco. Por ejemplo, en el caso de los peces, las tortugas entre otros reptiles y algunos roedores. En este sentido se les debe ayudar aún más con las responsabilidades pues no es fácil manipular una pecera, cambiar el agua, entre otras tareas que requieren de mayor cuidado. Sin embargo, cuando el padre o madre de familia lo hace, le enseña con el ejemplo que el cuidado de una mascota es integral y que no es algo que deba tomarse a la ligera.

ALGUNAS RAZAS AMIGABLES

 

  • Chihuahua
  • Shih Tzu
  • French Poodle
  • Schnauzer
  • Yorkshire Terrier
  • Bulldog Francés

 

Lo más importante no es la raza, es la manera de educar con mucho amor al animal desde que es cachorro, para que sepa socializar y no sea una amenaza. Lo recomendable es adoptar a un animal en necesidad.

 

NOÉ DICE

 

Jugar con los perros es un beneficio de dos vías; fortalece la relación con la mascota, ambos se entretienen, aprenden a socializar y se educan.

 

Fuentes: Carmen Ortiz, Lcda. en Psicología Clínica con especialidad en Terapia cognitivo-conductual para niños, adolescentes y adultos, psicología educativa y psicología del niño y el adolescente en Psicología Efectiva. liccarmenortiz@gmail.com  https://www.facebook.com/psicologiaefectivaes/, Daniella Alvarez, psicóloga, psicopedagoga, educadora emocional y asesora en disciplina positiva. integra.psicologia.pedagogia@gmail.com https://www.facebook.com/PsicologaDaniellaAlvarez/

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