Este fin de semana los quichelenses celebraron la inauguración del centro comercial Los Celajes, ubicado en el km 165.5 de la aldea Chicorral, a solo 5 minutos del centro de Santa Cruz del Quiché.

Este proyecto marca un hito en la industria, al ser el primer centro comercial de ÍNTEGRO diseñado desde su origen con integración de paneles solares; cuenta con 443 KWp de capacidad instalada para garantizar un modelo energético más eficiente, sostenible y responsable con el medio ambiente.

Con un área de construcción de 44 mil m² y una inversión de Q240 millones, este complejo comercial impactará positivamente el desarrollo de la región, generando más de 1 mil 500 empleos directos.

Los Celajes reúne 75 conceptos comerciales y 219 parqueos. Su mezcla comercial incluye marcas que innovarán la dinámica del consumo local: supermercado La Torre, Pollo Campero, Barista, Curacao, iShop, MAX, Dollar City, Miniso, Puma, Skechers, Megapaca y muchas más. Además, clínicas, ópticas, moda, cafés, entretenimiento familiar y un salón de eventos completan un ecosistema pensado para la vida diaria de miles de familias.

La influencia del proyecto se expande más allá del casco urbano. Municipios como Chichicastenango, San Pedro Jocopilas, San Antonio Ilotenango, Chiché y Patzité también encontrarán en Los Celajes un espacio accesible y con actividades comunitarias permanentes. El centro comercial es pet friendly y abrirá sus puertas de domingo a jueves de 10:00 a 20:00 horas, y viernes y sábado hasta las 21:00 horas.

Durante la inauguración, la directora de ÍNTEGRO Commercial, Virginia Cucalón, resumió el concepto de este proyecto: “Los Celajes de Quiché nace para honrar la identidad de esta región y acercar oportunidades reales a miles de familias. Es mucho más que un centro comercial: es un motor de desarrollo urbano, social y cultural”.

Diseño que celebra la cosmovisión maya quiché

La escultura monumental del Nahual AQ’AB’AL “Mensajero del Amanecer”, da la bienvenida a los visitantes, anunciando un nuevo inicio para la región. La pieza, creada por Sebastián del Bosque y el artista quichelense Juan Francisco Arévalo Mayen, se une a constelaciones mayas en el piso, patrones inspirados en Q’uq’umatz y luminarias que honran los colores regionales.