Jorge Francisco Cuz, director de la escuela, dio a conocer que los estudiantes se percataron de la presencia del roedor en una de las galeras de la escuela y lo trataron de ahuyentar con palos, pero un padre de familia les dijo que no era lo correcto y les advirtió de que podía atacarlos con sus espinas. Fue entonces que avisaron a los maestros y estos al Conap.

“Es la primera vez que tenemos un visitante de este tipo. Los comunitarios indicaron que han visto de esta especie en la montaña. Nos imaginamos que llegó a la escuela en la noche, ahuyentado por algún animal que lo quiso atrapar y como de día duermen, se quedó reposando sobre la viga. Nos quedamos admirados y sorprendidos porque no lo habíamos visto en vivo y tan cerca”, expresó Cuz.

Wilber Rodríguez, analista de la vida silvestre del Conap, indicó que no es común ver a esos especímenes, pero sí existen en el área de Secocpur. 

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“Fue la novedad en la escuela. Estaba en un salón en las vigas de madera, aprovechando el calor de la lámina. Era un puerco espín hembra, adulta, a los niños les dijeron que no la molestaran, recibieron las clases normales y a la hora de recreo fue cuando llegamos a rescatarla y se trasladó a un área de bosque natural para su resguardo”, explicó.

Rodríguez dijo que probablemente el animal llegó a la escuela a buscar comida, por ser omnívoro, y el olor de alguna fruta lo pudo haber llevado hasta el lugar.