“Se recomienda a los progenitores no comprarlos, porque con ello se induce a la violencia de forma subliminal; es necesario que los adultos sean responsables con los niños al momento de comprar juguetes”, añadió Hernández.
Hay estudios psicológicos que demuestran que los niños que poseen juguetes bélicos son más violentos, y eso tiene efectos negativos cuando son adultos, indicó.