El proyecto es parte de Esperanza Juvenil, una oenegé que desde 1971 atiende a niños y jóvenes de escasos recursos que se encuentran en estado de vulnerabilidad para que se alejen de la violencia por medio de la educación. Lo beneficiados reciben becas completas de estudio.

“El enfoque es romper los ciclos de pobreza a través de la educación, y por lo tanto tenemos un colegio donde los niños estudian, iniciamos en el 2008 con preprimaria, en el 2009 con primaria y este año con nuestro propio diversificado; además, tenemos 20 jóvenes en la universidad, y de ellos ocho ya graduados”, explicó Lucas Pinzón, director ejecutivo de Esperanza Juvenil.

Uno de los requisitos para el ingreso al Centro es que los jóvenes se comprometan por devolver la educación en sus comunidades.
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“Ellos han construido escuelas en comunidades de Totonicapán y Chimaltenango. No sólo están siendo beneficiados, sino que benefician a otros y a sus comunidades”, agregó Pinzón.

“Es bonito porque tal vez uno no está al lado de su familia, pero si tengo muchas personas con quién compartir, yo soy de Tecpán y disfruto mucho estar aquí y aprendo mucho”, dijo Flor de María Saj, quien cursa segundo básico en el centro donde estudia desde el 2005.

Dulce María García, de 14 años, cursa segundo básico e indicó: “Me parece una buena oportunidad que se debe aprovechar, porque no en cualquier lado se da, ayudan a la educación de niños que como yo se quieren superar y salir de la situación en la que estamos”.
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Los estudiantes reciben todos los cursos del Curriculum Nacional Base, pues la idea es que tengan la preparación para ingresar a las mejores universidades nacionales e internacionales. En el 2016, Yeltsin Vásquez, 18, de la zona 6, viajó a Sudáfrica para estudiar en la universidad de Johannesburgo. También reciben clases de inglés, tecnología y ciencias exactas con énfasis en Biología y Química y se forma en el área cultural con canto, danza y música.

Además de la formación en educación gratuita, los niños aceptados en el centro reciben un lugar donde vivir, donde se les proporciona alimentación, vestuario y servicios médicos para que crezcan sanos y con valores.

Actualmente el centro ayuda a 180 niños. El proyecto es una iniciativa estadounidense que cuenta con financistas de ese país, el 43 por ciento proviene de empresas privadas.

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