Otro de los problemas es que la estructura se encuentran en mal estado, debido a que las instalaciones ya tienen varias décadas y no han recibido mantenimiento de parte de las autoridades, lo que representa un riesgo latente para pobladores. Además, el sismo ocurrido el 7 de noviembre del 2012 causó daños severos al inmueble.
En el 2013, el presidente Otto Pérez Molina visitó la Comisaría y se percató de los daños del edificio, por lo que se comprometió a mandar a construir uno nuevo para los agentes, pero no para los presos, resaltó el residente Luis Gómez.
Purgan condena
“Sabemos de las deficiencias del edificio y aunque ahora no ha habido mayor problema, puede ser algo serio en cualquier momento porque no hay espacio suficiente para mantener a tantos presos, pese a que algunos ya están condenados”, señaló Aroldo Aguirre, jefe de la Comisaría.
Agregó que un reo sentenciado debe tardar unos 30 días en ser enviado a una prisión que llene los requisitos adecuados, y cuando se demora más tiempo hay problemas porque el espacio se necesita para los internos que están en prisión preventiva.
“Recibimos un promedio de 75 personas que cometen diferentes hechos cada mes, pero son los jueces los que tienen que agilizar los procesos y ordenar el traslado de los presos”, añadió Aguirre.
Carlos Quintana, presidente del Grupo Gestor de Retalhuleu, explicó que en el 2005 había recursos para edificar la cárcel en un predio de la cabecera, pero por la tormenta Stan el dinero se invirtió en los afectados.