Guatemala

Continúa paro de buses en Antigua Guatemala

Por segundo día consecutivo, cientos de usuarios que necesitan trasladarse de Antigua Guatemala, Sacatepéquez, a la capital y viceversa han tenido dificultades, ya que los empresarios del transporte extraurbano de la ciudad colonial mantienen paralizado el servicio debido a las extorsiones y ataques armados contra pilotos.

Un grupo de usuarios de moviliza en microbús, debido al paro de transporte extraurbano, en Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: Miguel López)<br _mce_bogus="1"/>

Un grupo de usuarios de moviliza en microbús, debido al paro de transporte extraurbano, en Antigua Guatemala. (Foto Prensa Libre: Miguel López)

ANTIGUA GUATEMALA – En las calles de Antigua Guatemala se observa que usuarios viajan en picops o microbuses sobrecargados, los cuales llegan a San Lucas, donde las personas deben abordar buses provenientes del occidente del país para llegar a la capital.

Otra alternativa que han encontrado usuarios es viajar a Chimaltenango, donde abordan algún autobús que los traslade a la capital.

Pilotos, que por seguridad no se identificaron, indicaron que prestarán el servicio si las autoridades correspondientes les garantizan seguridad, ya que temen por su integridad física.

El lunes, transportistas extraurbanos que cubren la ruta de Antigua Guatemala a la capital suspendieron por completo el servicio, y aunque no hay un pronunciamiento oficial, refieren que la medida se debe a las extorsiones por pandilleros y a los constantes ataques armados de los que han sido víctima los pilotos.

Este problema ya ha afectado a los usuarios, ya que el 17 de este mes, el 60 por ciento de los buses que presta servicio para Antigua Guatemala paralizó labores debido a las extorsiones.

El 24 de este mes, Álvaro Henry Cuy, de 36 años,  piloto de un autobús  de los Transportes Castellanos, que cubre la ruta de Antigua Guatemala a la capital, murió baleado en el kilómetro 15 y calzada Roosevelt.

La Policía Nacional Civil reportó ayer la captura de dos mujeres en la zona 11 de la capital cuando recogían Q75 mil como parte de la extorsión de Q100 mil que le exigía a los empresarios de Transportes Castellanos y por eso se les vincula al crimen contra el piloto Álvaro Henry Cuy.

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