Guatemala

El agua, oro azul del que carecen cuatro millones de guatemaltecos

La Tierra es un planeta enfermo que sufre de varias pandemias como sequías, catástrofes e inundaciones; pero sus inquilinos son pacientes en un estado aún más convaleciente y los guatemaltecos son prueba de ello, ya que casi cuatro millones, un cuarto de la población de país no accede al agua entubada.

Muchas comunidades rurales de Guatemala carecen de agua entubada. (Foto Prensa Libre).

Muchas comunidades rurales de Guatemala carecen de agua entubada. (Foto Prensa Libre).

Disfrutar de agua limpia es un problema que en muchos lugares de Guatemala se agrava, a pesar de ser el país que más recursos hídricos tiene de toda Centroamérica. El problema se deriva de la discriminación, la falta de oportunidades o la precariedad de las infraestructuras.

Solo el 16 % de toda la población, que se estima en 16 millones de personas, tiene acceso a agua limpia y, en las zonas rurales del país son las más perjudicadas por la sequía, la inseguridad alimentaria o la desnutrición, donde el déficit aumenta hasta el 90 %.

Brindar esperanza

España, a través de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo  (Aecid) , aporta su granito de arena, aún en épocas de “vacas flacas”, para que, sobre todo los niños puedan tener la esperanza de vivir en un mundo digno, donde se garantice el acceso al líquido.

Uno de los puntos donde centra sus esfuerzos la cooperación española, que en más de 25 años ha destinado unos US$1 mil 200 millones (Q 9 mil 288 millones) en distintos ámbitos, está ubicado en el interior del país, rodeado de grandes montañas en las que se aprecian y se palpan los efectos de la sequía y del fenómeno meteorológico de El Niño.

El cantón El Tablón, Sololá, es uno de los enclaves que se beneficia de este proyecto. Hace unos años los padres de las 275 familias que habitan este pequeño rincón del país no podían soñar con dar a sus hijos una vida sin temor a contraer enfermedades por un agua contaminada.

Más de un 50 % de los niños guatemaltecos son “rostros hinchados”, es decir, padecen desnutrición crónica. Esta secuela deriva, en muchas ocasiones, de la falta de agua o del consumo de este líquido contaminado que las madres recogen en pequeños riachuelos para abastecer a sus familias.

Cinco o seis veces al día bajaban las mujeres de este cantón por un angosto camino lleno de maleza, y en la  espalda unas pesadas cubetas con agua. El líquido recolectado, que no había pasado los requeridos exámenes biológicos para su autorización, debía abastecer al núcleo familiar.

Aunque darles agua potable es el beneficio más inmediato que ven estas comunidades, lo importante es buscar la sostenibilidad en su diseño y su perdurabilidad en el tiempo, al menos por 20 años.

España es consciente de esta problemática y por ello busca ayudar, incluso en momentos de dificultad económica, según reconoció hoy el ministro español de Asuntos Exteriores y de Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, quien, en su segundo día de visita a Guatemala, acudió a este pequeño poblado a ver los avances.

A su juicio, el sistema de agua potable y el saneamiento básico es, quizás, “la obra más importante”  que hace la cooperación española en el exterior, que a pesar de un nombre tan complejo se traduce en algo bien simple: dar a las familias agua limpia con una base de sostenibilidad.

Agua limpia

Con los proyectos que apoya España, bilaterales y multilaterales, más de un millón de personas se verán beneficiadas. El fin es que el agua que llega a las zonas rurales del país sea potable. Ahora, solo el 15 % del agua entubada en esas áreas está tratada.

“Lo más importante de todo es que viene a resolver uno de los mayores problemas que tiene Guatemala” , manifestó García-Margallo tras visitar el cantón El Tablón, donde pobladores mostraron su agradecimiento con él y el Gobierno español por la ayuda prestada.

Muestra de ello es que, como símbolo de gratitud, los habitantes le regalaron un abrigo típico, un obsequio que también recibieron el embajador de España en Guatemala, Alfonso Portabales, y el director de la cooperación española, Miguel Ángel Encinas.

“Estamos actuando en un sector muy sensible, en una población vulnerable y con todos los medios que pueden ser en estos momentos” , añadió García-Margallo antes de continuar con su agenda oficial, que este domingo lo llevará a visitar proyectos de patrimonio y restauración en Tikal, Petén, el paraíso natural del norte de Guatemala.

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