Ejemplar
No es la primera vez que el marchista Érick Barrondo realiza labor humanitaria en favor de los más necesitados. El viernes fue el turno del Proyecto Futuro Vivo, que trabaja con niños de escasos recursos de la zona 16, que obtuvo gran cantidad de víveres que el atleta recibió de los estudiantes del colegio Alemán a cambio de dos charlas que impartió.
“Es una bendición de Dios tener a gente con el corazón de Érick. No solo es un gran atleta, nos ha demostrado que es una gran persona”, comentó la director del proyecto, Sabina Almonte.