Deporte Nacional

Guido Abdalla, dedicación y disciplina 

Tenía tan solo seis años cuando subió por primera vez a un tatami para competir. Sus labios se curvan hasta formar una sonrisa cuando recuerda aquel momento en Chiquimula, en el que su vida cambió para siempre, después de conquistar su primer trofeo. Qué se iba a imaginar que 25 años después sería campeón del mundo de Shito Ryu —especialidad de Karate—.

El karateca guatemalteco ha tenido una carrera exitosa y la comparte con las medallas. (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)

El karateca guatemalteco ha tenido una carrera exitosa y la comparte con las medallas. (Foto Prensa Libre: Norvin Mendoza)

Con una  extensa carrera como seleccionado y entrenador, Guido Abdalla traslada sus vivencias y experiencias a sus alumnos.

Guido Abdalla  Ortiz lleva el mismo nombre de su padre, un exatleta guatemalteco de karate y sensei — único Árbitro Internacional de Karate AA de kumite y kata en Guatemala—, por lo que este deporte siempre ha estado ligado a él y los éxitos forman parte de su hoja de vida.

Nunca necesitó buscar inspiración lejos de casa, pues en su padre encontró todo lo que necesitaba: un ejemplo de disciplina, perseverancia, dedicación  y confianza, que hoy, a sus 31 años, lo han llevado a saborear las glorias de un ciclo olímpico  y principalmente, hacer historia en el Mundial de Shito Ryu que se disputó en Monterrey, México, en el que ganó una histórica presea para el país.

Dicen que uno nunca termina de conocer a una persona, pero a primeras, Guido expone su jocosa personalidad durante la entrevista. Parece no conocer la timidez y muestra lo cómodo que se encuentra con el actual momento de su carrera, que lo tiene como un exitoso deportista y  un entrenador soñador.

Nació el 8 de junio de 1985.
Campeón mundial de Shito Ryu —primera en la historia para Guatemala—, en Monterrey, México.
Ganó dos medallas de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Veracruz 2014.
Se adjudicó la presea de oro, una plata y un bronce en los Juegos Centroamericanos de San José 2013.
Una plata y un bronce sumó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayaguez 2010.


“Este año ha sido ¡espectacular!”, dice mientras una chispa ilumina su rostro al repasar lo que ha significado para él el 2016. Ser el monarca mundial de Shito Ryu es para él la recompensa a una carrera que no ha sido fácil; han sido años de constante trabajo, de superar lesiones, de aprender a ser disciplinado en cada aspecto de su vida por mínimo e insignificante que para otros pueda parecer.

Guido es un apasionado del kumite —combate—, y tuvo su primera aparición en el Ciclo Olímpico en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayaguez 2010; sin embargo fue en los Juegos Centroamericanos de San José 2013 cuando subió al podio en tres ocasiones —oro y plata y bronce—.

Otra etapa

Aunque ha acumulado gratas experiencias como atleta, junto a su padre y también a su hermano Alejandro Abdalla, Guido considera que es el momento para emprender una nueva aventura, como entrenador de karate.

“Me gusta mucho enseñar”, reconoce Guido Fernando, quien ya se dedica a impartir su conocimiento a niños desde 3 años, en Carretera a El Salvador; sin embargo, uno de los motivos que lo impulso a ya no seguir compitiendo como atleta, fue “la política en el deporte”.

“Estoy cansado”, aseguró el karateca que comenzó ganando Q400 cuando decidió dedicarse a este deporte combate; sin embargo, esto no lo detuvo para que fuera en búsqueda de sus sueños.

Uno de los principales “obstáculos” que tuvo que pasar, fue la lucha consigo mismo para convertirse en atleta de alto rendimiento. “Son muchos sacrificios que a veces uno no comprende. Yo acepto que me costó mucho darme cuenta que tenía que cuidarme, como por ejemplo, el no ir a fiestas porque el cuerpo lo reciente. La disciplina es fundmental”, afirma.

Todo esto lo fue guardando y acumulando en su experiencia, para ahora poder transmitirla a sus alumnos, entre los cuales está Christian Wer, una promesa del karate nacional.

“Christian irá a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020”, afirma como pronóstico para las próximas justas, en las que el karate tendrá parte. Aunque él ya no buscará la clasificación como deportista, sueña en ir como entrenador.

“Después de una difícil lesión que tuve en el hombro y que me costó recuperarme  10 meses, regresé a entrenar y Christian ha sido una inspiración; de él es parte de la medalla que conseguí en el Mundial de Monterrey, porque él me motivo un montón, al igual que mi hermano Alejandro, a quien admiro muchísimo como atleta y lo quiero mucho”, dice.

Aunque entre los planes a futuro cercano está comenzar el ciclo olímpico en los Juegos Centroamericanos del otro año, en Nicaragua, como karateca, Guido sueña con ganar más medallas en el ciclo, pero sobretodo, poder tener resultados positivos con sus alumnos y guiarlos a una época dorada en este deporte a nivel nacional. “Hay muy buenos karatecas y trabajaremos mucho para poder conseguir buenos resultados para Guatemala. Ellos sueñan con los Juegos Olímpicos y yo quiero ir como entrenador”, afirma.

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