En la operación, bautizada como “Tarjeta Roja” , participaron comisarios y detectives de la Policía Civil de los estados de Río de Janeiro, Paraná y Santa Catarina.
Según un primer balance de la policía, esta mañana habían sido detenidas nueve personas en Paraná, estado del que procede el Atlético Paranaense; dos en Santa Catarina, donde se disputó el partido, y una en Río de Janeiro, sede del Vasco da Gama.
Los incidentes se registraron en el estadio Arena de Joinville, ciudad del estado de Santa Catarina, en un partido decisivo para ambos equipos, pues el Paranaense necesitaba ganar para clasificarse a la Copa Libertadores y el Vasco da Gama también, pero para huir del descenso a la Segunda División.
Los policías que participaron en la operación de hoy pretendían ejecutar veinte órdenes de prisión contra los hinchas violentos por su presunta responsabilidad en crímenes como asociación para delinquir, depredación, intento de homicidio e incitación a la violencia.