D'Amico circulaba la noche del miércoles en su camioneta junto a su hijo de 10 años a quien venía de buscar en una de las sedes del club, cuando fue atacado desde otro automóvil de donde le dispararon una decena de balazos, aunque ambos resultaron ilesos.
Dos de los proyectiles perforaron la luneta y otro la carrocería del vehículo del dirigente de Newell's, el club donde Lionel Messi jugó en las divisiones infantiles, y también Diego Maradona cerca del cierre de su carrera.
El hombre aceleró su camioneta y huyó de sus agresores hasta que pudo pedir ayuda a un patrullero policial en la calle.
“Nos solidarizamos con D'Amico. Es víctima del apriete de mafiosos que están detrás de un negocio económico ilegal.
Tenemos que erradicar las mafias del fútbol”, declaró Maximiliano Pullaro, ministro de Seguridad de la provincia de Santa Fe, a la que pertenece Rosario, 310 km al norte de Buenos Aires.
Según fuentes del club, D'Amico es cercano al secretario del club, Claudio Martínez, cuyo domicilio había sido blanco de un ataque a tiros desde una moto en agosto pasado.
A fines de septiembre, en tanto, una granada explotó una medianoche frente a una sede del mismo club sin producir heridos aunque la onda expansiva destrozó vidrios y ventanales.
En lo que va del año, fueron asesinadas cuatro personas ligadas a 'La Lepra', la entidad rojinegra rosarina. Dos de los muertos eran jefes 'barrabravas' (violentos). Las otras dos víctimas fueron un hincha y la madre de otro simpatizante, en presuntos ajustes de cuentas.
“No podemos permitir que estos hechos sucedan en Santa Fe. Ofrecimos custodia de la Tropa de Operaciones Especiales y nos pusimos en contacto con el fiscal regional, Jorge Baclini, para trabajar en conjunto”, dijo el ministro Pullaro.
Según la ONG Salvemos el Fútbol otras dos personas murieron este año en hechos de violencia relacionados con ese deporte, que se cobró 34 víctimas fatales entre 2013 y 2015.
