Ya han pasado casi cinco meses desde que aquel Barça, sin el lesionado Lionel Messi -rotura de ligamentos- ni Andrés Iniesta lesión muscular-, se le atragantase por primera vez un equipo de Emery, ya que el técnico vasco había sido incapaz de ganar a los azulgrana en toda su carrera desde el banquillo, con 14 derrotas y 6 empaten en veinte partidos.
A pesar de aquel tropiezo, el Barça mantenía el liderato, pero con un nuevo susto, tras encadenar problemas serios que empezaron con un 4-1 en contra en Balaídos, la lesión de Messi en la siguiente jornada, la de Iniesta en la Liga de Campeones y el batacazo en el Sánchez Pizjuán.
La magia del Barça de Luis Enrique parecía haberse esfumado, pero todo quedó en un bache pasajero, ya que desde entonces casi todo han sido luces y escasas sombras (empates contra el Espanyol, Valencia y Dépor), hasta estar a un partido (contra el Sevilla) de igualar un récord de encuentros invicto, que aún ostenta el Real Madrid del holandés Leo Beenhakker, que en la temporada 1988-89 tuvo a su equipo 34 jornadas sin perder, por los 33 del conjunto catalán.
Para mañana, y a pesar del buen resultado que firmó en Londres, no se espera que el Barcelona haga muchas rotaciones, que se suponen para los dos siguientes partidos, en el que visitará los campos del Rayo (jueves) y Eibar (domingo).
De esta forma, excepto algún descanso que proponga en la línea defensiva (laterales) o en el centro del campo, si Busquets aún arrastra dolores en el costado, lo más normal es que el once de gala vuelva a salir a por los tres puntos contra el Sevilla.
Un encuentro en el que su tridente puede incrementar los fabulosos números que está firmando esta temporada, con 93 tantos (Suárez, 41 -25 en la Liga; Messi, 29; y Neymar, 23).
Además de su compromiso contra el Sevilla (41 puntos), el Barcelona tendrá puesta su atención en el derbi madrileño de esta tarde (Real Madrid-Atlético), pues dependiendo del resultado de este fin de semana podría adquirir más ventaja respecto de alguno de sus perseguidores, en caso de imponerse en el Camp Nou.
Cara a cara
Los sevillistas vencieron a los azulgranas el pasado 3 de octubre (2-1) en el partido de la primera vuelta de la Liga BBVA disputado en el Ramón Sánchez Pizjuán y ahora volverán a verse pero fuera de su fortín, donde los de Unai Emery bajan muchísimo el rendimiento, tanto que aún no han conseguido ganar como visitantes en todo lo que va de campeonato, por lo que el Camp Nou parece que es el estadio menos propicio para romper la racha.
Este será el tercero de una serie de hasta cuatro enfrentamientos entre el Sevilla y el Barcelona en la presente campaña, que empezó en la Supercopa de Europa disputada en Verano en Tiflis, con victoria en la prórroga para los de Luis Enrique (5-4) y que se cerrará el próximo 22 de mayo en el Vicente Calderón de Madrid con la final de la Copa del Rey.
Poco tiempo ha tenido el cuadro andaluz para preparar este exigente choque, pues el jueves jugaron en Noruega ante el Molde en la Liga Europa y la expedición llegó a Sevilla en la mañana del viernes.
En Noruega, donde la formación hispalense perdió 1-0 pero accedió a los octavos de final del torneo gracias al 3-0 de la ida, Emery reservó a jugadores que se prevén que sean titulares mañana, caso del portero Sergio Rico; de tres defensas, el lateral derecho Jorge Andújar 'Coke', el central francés Adil Rami, el lateral izquierdo francés Benoit Tremoulinas; o dos centrocampistas, el uruguayo Sebastián Cristóforo y el francés Steven N'Zonzi;
El extremo Víctor Machín 'Vitolo', que no viajó a Molde por una sobrecarga muscular, podría reaparecer en Barcelona, aunque todo dependerá de su evolución en las últimas horas.
Además, el centrocampista danés Michael Krohn-Dehli y el delantero galo Kevin Gameiro, que sí jugaron el jueves, lo hicieron ya avanzada la segunda parte y también están frescos.
Por contra, será una baja significativa en Barcelona la del centrocampista argentino Éver Banega, organizador del juego sevillista, quien tiene que cumplir un partido de suspensión al ver el pasado domingo en Vallecas su quinta tarjeta amarilla.
La ausencia de Banega se une a otra también importante, la del centrocampista polaco Grzegorz Krychowiak, quien lleva varias semanas ausente por una dolencia de rodilla.
