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“Boxing Day”, una tradición deportiva británica

Mientras el futbol del resto de Europa entra en hibernación en Navidad, los equipos ingleses aceleran el paso con hasta seis partidos en veinte días: es la tradición secular del “Boxing Day”, a veces denostada pero única.

Las calles de Londres están listas para el Boxing Day. (Foto Prensa Libre: AP)

Las calles de Londres están listas para el Boxing Day. (Foto Prensa Libre: AP)

No hay tiempo para digerir el festín navideño: al día siguiente, este sábado, como todos los días después de la Navidad, hay fútbol en Inglaterra.

En los 20 días siguientes hay mucho en juego: cuatro jornadas de liga, las semifinales de la Copa de la Liga y la tercera ronda de la Copa. Algunos equipos, como el Liverpool y el Manchester City, jugarán seis veces en tres semanas.

Los entrenadores se quejan de esta indigestión de fútbol, los jugadores se quejan de estar lejos de sus familias, pero los hinchas adoran la maratón de futbol y son los fieles custodios de esta tradición.

El “Boxing Day”, “día de las cajas”, San Esteban en otros sitios, es feriado desde 1871 en Inglaterra. Era el día en que el servicio doméstico viajaba a ver a su familia con cajas, en las que llevaban regalos e incluso sobras del banquete navideño de sus amos.

Desde entonces, la jornada se dedica a los deportes: críquet, carreras de caballos, rugby y por supuesto fútbol.

El primer partido de fútbol oficial de la historia se jugó un 26 de diciembre, en 1860, entre el Hallam y el Sheffield FC. Más de 150 años después, la magia sigue.

Una de las canciones favoritas de los hinchas del histórico Sheffield Wednesday alude a la “masacre”  del Boxing Day de 1979, cuando batieron a sus enemigos del Sheffield United por 4-0 ante 49.309 espectadores, que sigue siendo un récord para un partido de tercera división.

“Boxing Day”  es un día para tomar el aire después de haber bebido y comido demasiado. Uno cura la resaca cantando en el estadio, entre el olor a cebolla frita de las hamburguesas, a veces disfrazado de Papa Noel.

Para algunos es el único partido del año. El equivalente futbolístico de la misa navideña de medianoche. Se va religiosamente en familia. O, al contrario, huyendo de ella: “la Navidad puede ser difícil para algunos hombres que no están acostumbrados a pasar todo el tiempo con la familia”, explicó Martin Johnes, historiador de fútbol de la Universidad de Swansea.

Muchos planean sus fiestas en función del calendario de partidos. Contagiados por el espíritu de fiesta, son partidos más abiertos que de costumbre, como en 1963, cuando se anotaron 66 goles en la jornada, con resultados como el Fulham 10-Ipswich 1. Pero es mejor no perder. El ex entrenador del Liverpool Brendan Rogers, aún recuerda cómo, después de una derrota ante el Stoke en 2012, se encerró malhumorado en su habitación mientras su familia festejaba en casa.

La guinda de la jornada es que suelen haber muchos derbis, particularmente en las divisiones inferiores, porque las autoridades deportivas tratan de que los aficionados no tengan que hacer largos viajes.

La Premier League se beneficia mucho de la gran publicidad que supone jugar cuando nadie más lo hace. “El mundo entero está mirando la Premier League. Es difícil para los jugadores, pero hay que asumirlo”, explicó el centrocampista checo Tomas Rosicky, del Arsenal.

Los entrenadores también se quejan. Para Louis van Gaal, entrenador del Manchester United, este calendario loco es la razón por la que la selección de “Inglaterra no ha ganado nada desde hace años”.

Año tras año, la presión aumenta. La posibilidad de que el Mundial de Catar-2022 se juegue en invierno, amenaza al Boxing Day. De todos modos, “las fechas del mundial nos permitirán preservar la tradición”, prometió Alastair Bennett, director de comunicaciones de la Premier League.

Algunos recuerdan que antes era peor. Hasta la década de 1950, se jugaba el día de Navidad y al día siguiente. Pero los cambios sociológicos, la creciente intensidad de los partidos y los problemas del transporte -el metro de Londres, por ejemplo, cierra en Navidad-, acabaron con la jornada del 25 de diciembre.

Un club de tercera división, el Brentford, trató en 1983 de recuperar el partido del día de Navidad, por la mañana, para que “los maridos vayan al fútbol mientras sus mujeres cocinan el pavo”, unas declaraciones que causaron tal polémica que la idea se acabó descartando.

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