“Los clubes son libres de organizar los entrenamientos como mejor les parezca”, afirmó este viernes la presidenta de la liga de futbol profesional de Francia Nathalie Boy de la Tour.
Pero con una promesa: la Ligue 1 “regresará”. Pero la ministra de Deportes Roxana Maracineanu complicó la elección de los clubes al imponer una limitación de grupos de entrenamiento como máximo de 10 personas.
Así, algunos clubes suspendieron los entrenamientos (Saint-Etienne), el Burdeos, transmitió a sus jugadores planes individualizados de entrenamiento, y el Paris SG envió a su plantilla a casa hasta el domingo.
Entrenar no es factor de riesgo
“El entrenamiento por sí mismo no es un factor de riesgo”, tranquiliza el doctor Emmanuel Orhant, director médico de la Federación Francesa (FFF).
“Es preferible tener jugadores que vengan a entrenarse y que se les recuerde a menudo el respeto a las medidas a tomar”, apunta.
“Nosotros les invitamos a limitar sus desplazamientos, las salidas por placer y a permanecer en sus casas”, explica, por su parte, Jean-Philippe Gilardi, médico del Niza, club cuya primera plantilla entrena por el momento tres días a la semana. “Los días de entrenamiento, durante el desayuno en el centro, se les pregunta por su estado de salud (…) si hubiera una persona afectada todo el club será puesto en cuarentena”.
Esa es la gran preocupación que planea en los equipos, después de que el COVID-19 afectase a grandes clubes como el Arsenal, la Juventus y el Real Madrid, sin que el presupuesto o el palmarés hagan de dique al contagio del virus.
“El peligro no es palpable, pero los jugadores, especialmente los jóvenes, deben estar muy atentos. (…) Algunos están mucho más estresados que otros. Hay que estar atentos y ser muy prudentes”, indica Rudi Garcia, entrenador del Lyon, club en el que a jugadores y cuerpo técnico se les toma la temperatura dos veces al día.
“Si hay casos, y habrá, la ventaja es que un médico estará siempre presente y tendrá la buena forma de trabajar, de seguir las recomendaciones (…) para poner al equipo en confinamiento”, señala el doctor Orhant.
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Posible ‘avalancha’ de partidos
Pero mientras, no es conveniente perder la forma. “El problema es administrar el tiempo. No sabemos cuándo regresará (la competición) y no es tan fácil gestionar las semanas sin tener la fecha de vuelta”, apunta Pascal Gastien, entrenador del Clermont (2ª división). “Habrá que hacer una gran preparación física para volver a empezar. Si vuelve en mayo, habrá una avalancha de partidos”.
Para abordar mejor esa riada de partidos, muchos jugadores contarán con los servicios de sus propios preparadores físicos. Uno de ellos, Xavier Frezza, que trabaja para varios futbolistas profesionales, reconoce que las demandas “se multiplicarán”.
“Si de un día para otro los jugadores pasan a no hacer nada, en este momento de la temporada pueden perder rápidamente la forma. La prioridad será mantenerlos preparados”, estima.
¿Pero cuál es el margen de maniobra que permiten las restricciones? “Si no tienen derecho a entrenarse colectivamente con sus clubes, no lo vamos a hacer nosotros, eso no tendría ningún sentido. Quedará en un poco de mantenimiento de bricolaje”, concluye.