Proclamado campeón de Liga hace una semana, con la victoria en el campo del Atlético de Madrid (0-1) , el barcelonismo vivirá muy relajado el partido de mañana contra el Deportivo, y se espera que, a diferencia de los anteriores años, el presidente de la Federación Española, Ángel María Villar, acuda al Camp Nou para entregar la copa de la Liga, que levantará por última vez Xavi Hernández, quien mañana se despedirá de sus afición para iniciar su aventura catarí.
Esta no será la única y última copa que pueda levantar el capitán azulgrana en este tramo final de temporada, ya que la semana que viene y la siguiente el Barcelona tiene dos compromisos a un partido: la final de la Copa del Rey (contra el Athletic Club, en el Camp Nou) y la de la Liga de Campeones (frente al Juventus, en Berlín).
Dado este compromiso inminente contra el Athletic, y la irrelevancia del partido contra el Depor, se espera que esta vez sí el Barcelona lleve a cabo importantes rotaciones, que podrían afectar incluso a su línea más estable, la delantera, donde Messi, Neymar y Suárez, a excepción de las molestias de éste último, ha sido fija.
A la espera de que el técnico facilite la lista de convocados, aunque todos los jugadores estarán citados para el partido y para celebrar el título, cualquier alineación puede ser posible, incluso que Claudio Bravo ponga la guinda a un año excepcional como portero de la Liga, tras que el cual recibirá el trofeo Zamora, o que Luis Enrique quiera premiar la paciencia del tercer meta, Jordi Masip.
En la defensa, Bartra tendrá minutos, muy probablemente con Mathieu en el eje, después de que el francés haya quedado relegado a la suplencia. Y la duda estará, una semana más, si el ya recuperado Vermaelen tendrá algunos minutos. Dani Alves, que sigue manteniendo un pulso con la directiva para su renovación, podría jugar su último partido en el Camp Nou, si finalmente no alcanza un acuerdo de ampliar su contrato.
En el centro del campo, un fijo será el capitán Xavi Hernández, mientras que Busquets seguro que descansará por precaución, y adelante Pedro seguirá una semana más en la titularidad, en lugar del tocado Suárez, a la espera de si Messi se reservará o no para las finales.
Como en los dos anteriores descensos, el Deportivo llega a la última jornada dependiendo de sí mismo para salvarse, pero con una cita complicada por delante, esta vez en Barcelona.
El Deportivo fía la permanencia en la Liga BBVA a puntuar. La victoria garantiza su continuidad en la élite y el empate le valdrá siempre que el Eibar gane; o si los vascos no se imponen y el Almería tampoco suma los tres puntos; o si los almerienses vencen y el Granada pierde.
Incluso la derrota ante el Barcelona le puede dar la permanencia, aunque para ello no pueden ganar el Eibar ni el Almería.
El equipo coruñés se aferra a que su rival se ha quedado sin objetivos en la Liga después de haberse proclamado campeón y a que por delante tiene dos finales, una de Copa del Rey y otra de Liga de Campeones.
Desde la plantilla del Deportivo le han advertido al Barcelona de que el que se juega la vida es el conjunto blanquiazul y no el azulgrana, que, por el contrario, podría perder cosas, tal y como explicó un exjugador azulgrana, Oriol Riera.
El equipo coruñés tendrá que cambiar, obligatoriamente, de once, por las bajas del portugués Luis Carlos Correia, Luisinho, sancionado, Juanfran Moreno, que se produjo una fractura en la mano izquierda este miércoles en el entrenamiento, y Manuel Pablo García, que se lesionó ante el Levante el pasado fin de semana.
Si pone en escena lo que ha ensayado en los entrenamientos, el técnico deportivista, Víctor Sánchez del Amo, apostará en el lateral izquierdo por Roberto Canella, que no ha jugado ni un solo minuto en 2015, y reforzará el medio del campo con un trivote (Álex Bergantiños, Juan Domínguez y el costarricense Celso Borges) , los extremos serán para los portugueses Diogo Salomao e Ivan Cavaleiro; y en ataque estará Lucas Pérez.
