Vásquez, quien fue capturado el pasado 16 de diciembre en un complejo residencial de la zona turística Costa del Sol al sureste de la capital, guarda prisión en la cárcel de la División Antinarcóticos de la Policía Nacional Civil, a la espera que Corte Suprema ordene su deportación.    
El expresidente de la Fesfut  (las siglas de la federación) era buscado por la Interpol luego que fiscales en Estados Unidos lo acusaron de recibir sobornos de la empresa de marketing deportivo Media World a cambio de los derechos comerciales de partidos de la selección de El Salvador.  
Pero la extradición de Vásquez no es automática. Los magistrados de la Corte Suprema deben revisar los procesos judiciales pendientes en su contra, uno de ellos por el delito de estafa por un monto de US$125 mil dólares y otro por asociación delictuosa para lavado de dinero.    
Vásquez aparece en una lista de 16 directivos de varios organismos del fútbol que fueron acusados de corrupción por las autoridades estadounidenses.  
Según las investigaciones, Vásquez habría servido de intermediario para convencer a otros dos ex federativos y un miembro del actual comité ejecutivo de la Fesfut para que también recibieran sobornos por firmar contratos y aceptar la realización de partidos en Estados Unidos.    
Otros tres salvadoreños, que no han sido identificados por las autoridades estadounidenses, habrían participado en actos de corrupción, todo ellos miembros de los comités ejecutivos de la Fesfut.