El equipo español ya fue superior en la primera parte, pero su juego fue más fluido en la segunda gracias, sobre todo, a la frescura que le dio Nolito, lo que unido al magnífico gol de Mario, dieron ventaja a España en el marcador, antes de Cazorla cerrara el encuentro.
Inglaterra casi siempre estuvo un paso por detrás del equipo español. Solo entre el 1-0 y el 2-0 generó más presencia en ataque.
La selección española planteó su juego habitual desde el inicio con las largas posesiones de balón y mucha presión ante un rival que tenía problemas para sacarlo de forma controlada.
Solo alguna arrancada esporádica de Sterling por la banda izquierda acercaba la pelota a las inmediaciones de la portería defendida por Iker Casillas, pero los disparos de los futbolistas ingleses eran siempre lejanos y poco precisos.
El equipo inglés apenas aparecía en ataque, aunque ofrecía una imagen sólido en defensa, con sus hombres muy concentrados y capaces de crear dificultades a los españoles, que no encontraban huecos en la defensa rival para convertir su dominio en jugadas de peligro.
La primera opción para España llegó mediado el primer tiempo en un disparo cruzado de Sergio Busquets que no encontró portería, lo mismo que le pasó seis minutos después a Paco Alcácer.
La tercera y última oportunidad fue para Diego Costa, que estuvo muy trabajador y participativo, aunque demasiado lejos de la portería inglesa, escorado casi siempre a la izquierda.
Allí trató de combinar con Jordi Alba e Iniesta, mientras que Alcácer jugaba más de “nueve”, aunque ligeramente decantado hacia la derecha.
Tras 45 minutos de ligera superioridad del equipo español, concluyó el primer periodo sin que este dominio basado en el toque y la posesión habituales en la selección de Vicente del Bosque se tradujera en claras opciones para adelantarse en el marcador.
Mediado el primer periodo, Thiago, lesionado, había cedido su puesto a Cazorla y al principio de la segunda mitad, entró Nolito por Iniesta para situarse como extremo izquierdo, lo que centró más la posición de Costa junto a Alcácer.
España trató de descongestionar el centro del campo, pero mantuvo las mismas dificultades que en el primer periodo para crear problemas al equipo inglés.
La entrada de Nolito fue la mejor noticia de la selección española tras el descanso. De sus botas salieron las mejores acciones ofensivas del equipo español, aunque en todas faltó claridad cara a puerta.
Inglaterra estaba agazapada y salía poco, pero en el minuto 67, un disparo de Kane se convirtió en la primera ocasión de un cierto peligro para el equipo de Roy Hodgson.
Sin embargo, cuando a España más le costaba acercarse con peligro a la meta de Inglaterra, Mario Gaspar recuperó y tras una combinación con Cesc marcó un magnífico gol de volea y a la media vuelta.
Tras el gol de Mario y con la entrada de Rooney, la selección inglesa tomó la iniciativa que no había tenido en los primeros setenta minutos de juego y se empezó a aproximar a la portería de Casillas.
Sin embargo el 2-0, marcado por Cazorla y muy protestado por los ingleses, cerró el partido, al que solo le quedó un remate de Rooney que rozó el larguero y una magnífica parada de Casillas a tiro de Kane, ambos en tiempo de prolongación.
