Todo ha ido muy rápido para este joven talento normando, que hace un año y medio pensaba en su debut en la Ligue 1 francesa y que ahora juega la Champions y espera “ganar algo este año, al menos un título” con los alemanes del Borussia, un peso pesado de la Bundesliga.
La carrera de Dembélé ha ido en aceleración continua: 12 goles en sus veinte primeros partidos con el Rennes y los grandes de Europa dirigieron su mirada hacia él, con el Borussia Dortmund adelantándose en su contratación.
“No soy un fenómeno. Intento únicamente ser decisivo para mis compañeros. Jóvenes con talento hay muchísimo en el fútbol”, asegura el hombre que desembarcó en la cuenca del Ruhr previo pago de 15 millones de euros.
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'Hermano' Aubameyang
En seis meses ha conseguido hacerse con un espacio como titular, pese a que marca con menos frecuencia que en Francia (4 tantos este curso, teniendo en cuenta todas las competiciones). Donde sí reina es en las asistencias, con 13 pases de gol, por lo que es un hombre muy valioso para su entrenador Thomas Tuchel.
Dembélé destaca la “intensidad” de los entrenamientos y la exigencia táctica de Tuchel, “que pide constantemente presionar desde que se pierde el balón”.
“Está muy cerca de los jugadores, se ríe mucho. Pero cuando las cosas no van puede ser también duro”, afirma.
Lejos de su madre y de sus hermanos y hermanas, que le siguieron cuando se fue al Rennes, Ousmane cuenta en Alemania con el apoyo de su tío y “mejor amigo”, Mustapha Diatta, actualmente en el equipo reserva del Borussia. Su buena adaptación al futbol alemán se debe también “a los consejos” de sus mentores en el ataque del equipo amarillo, Marco Reus y Pierre-Emerick Aubameyang. A ese último lo considera “un hermano”.
“Puedo hacerlo mejor. Hay que continuar trabajando”, estima, deseando poder mejorar su “efectividad ante el arco” y “no perder más el balón de forma tonta”, dos problemas que su equipo evidenció el martes en Lisboa.
La revista especializada Kicker se mostró comprensiva la pasada semana con la joven perla francesa.
“Se puede disculpar algunas pérdidas de balón cuando levantas a los espectadores tan a menudo de su asiento”, decretaba el semanario.
Objetivo: Mundial
Dembélé está viviendo esta temporada lo que supone la presión de tener que ser eficiente en varias competiciones a la vez (Bundesliga, Copa, Liga de Campeones…). También la dureza de los defensores rivales en Alemania.
“Me enfada ver que en los cinco o seis últimos partidos, los adversarios cometieron muchas faltas sin ser sancionados”, se quejaba en enero.
Con la selección francesa ha disputado tres partidos y admitió a la AFP que quedó “muy decepcionado” con sus actuaciones con los Bleus, sobre todo tras su partido gris ante Costa de Marfil en noviembre.
“Cuando vuelva, no será así”, prometió. “Si nos clasificamos para el Mundial-2018, quiero estar”, se ilusiona.
