“Últimamente no he estado en el nivel que hubiera querido estar”, reconoció Cristiano.
Aunque Portugal aún se aferra a una tenue esperanza de avanzar en el Grupo G, Cristiano prácticamente que tiró la toalla y dio un análisis muy crítico del potencial de la selección lusa.
“Somos quizás un equipo del promedio. Estaría mintiendo entre los grandes”, dijo Cristiano. “Portugal nunca fue favorito (en el Mundial). Honestamente, nunca me vi como campeón del mundo”.
Recordó la ardua manera cómo Portugal se clasificó al torneo, por vía de un repechaje en el que vencieron a Suecia: “Tenemos que ser humildes y reconocer el límite de nuestro potencial”.
Durante el partido en Manaos, Cristiano alarde de su habilidad un par de veces temprano en el encuentro, desairando a sus rivales sobre la banda izquierda, lejos del arco.
Pero esas acciones fueron un espejismo. El resto del partido se lo vio muy impreciso, sobre todo cuando buscó el arco.
En todo el choque se le contaron apenas dos intervenciones importantes: en la primera, al cierre del primer tiempo, encabezó un peligroso contragolpe y habilitó con un buen pase a Nani, quien fue bajado cerca del área. CR7 se hizo cargo del tiro libre desde una posición ideal para él y mandó el balón a las nubes.
En la segunda sacó un centro segundos antes del pitazo final que Varela convirtió en el gol del empate.
“Mandó un gran centro”, comentó el arquero estadounidense Tim Howard, ex compañero de Cristiano en Manchester United. “El fútbol a veces es cruel”. El resto del partido sus intervenciones fueron para el olvido.
Cabeceó dos balones en el área chica que se fueron muy lejos del arco. Hizo un tiro desde la puerta del área que fue fácilmente atajado por Tim Howard y en el complemento coronó un buen contragolpe con otro remate afuera cuando todo el mundo palpitaba el gol.
Nunca le dio como él sabe al balón, con la fuerza de costumbre, sino que le salieron remates más bien débiles y sin precisión. Hacia el final del primer tiempo Geoff Cameron le hizo una falta fuerte y Cristiano se rió desde el suelo.
La sonrisa se le borró del rostro en el segundo tiempo, cuando Estados Unidos dio vuelta un marcador adverso y tomó ventaja de 2-1.
El técnico portugués Paulo Bento no responsabilizó a Cristiano por el pobre desempeño de su plantel, que se salvó de la eliminación apenas por un segundo.
“No parecía haber ningún problema con Cristiano Ronaldo”, señaló Bento. “Lo que pasó durante el partido tiene que ver con los otros jugadores .
Su centro en los segundos finales mantuvo a su equipo con vida, pero Portugal ya no depende de sí mismo. Un empate en la última fecha entre Estados Unidos y Alemania, que lideran el grupo con cuatro puntos, dejaría afuera a los portugueses y a Ghana, que tienen una unidad. Los portugueses solo se clasificarán si golean Ghana y hay un ganador entre Alemania y Estados Unidos.