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Sumgong gana maratón olímpico en un sambódromo de fiesta

Jemima Jelagat Sumgong ofreció este domingo a Kenia la primera medalla de oro olímpica de maratón femenino, al imponerse en la meta del Sambódromo de Rio de Janeiro con un tiempo de 2h24:04.

Sumgong atacó poco antes del kilómetro 40 para despegarse del trío de cabeza, dejando atrás a la bahreiní Eunice Jepkirui Kirwa  (2h24:13) y la etíope Mare Dibaba  (2h24:30), al término de una prueba que algunos manifestantes trataron de perturbar al final.

Kirwa, de origen keniano y bronce en el Mundial de Pekín-2015, aguantó al principio el ataque de Sumgong, pero no pudo resistir el ritmo de la ganadora, que se quedó en solitario poco antes del kilómetro 41.

Las tres medallistas habían lanzado un primer ataque poco antes del kilómetro 36, cuando un grupo de siete atletas lideraba la carrera.

 De este modo, quedaron descolgadas la etíope Tirti Tsegaye, otra bahreiní de origen Keniano, Rose Chelimo, la bielorrusa Volha Mazuronak y la estadounidense Shalane Flannagan.

La mejor clasificada entre las latinoamericanas fue la peruana Gladys Tejeda, que entró en el puesto decimoquinto, con un tiempo de 2h29:55.

Al final del recorrido, con meta en el Sambódromo, algunos manifestantes aislados, llevando carteles agarrados con ambas manos, que trataban de mostrar a las cámaras, penetraron en el recorrido, a pocos metros de las dos primeras.

Tras atravesar la calzada delante de las corredoras, fueron atrapados por los servicios de seguridad o parados por las motos que escoltaban a las participantes.

Kenia, dominadora del maratón desde hace dos décadas, había hasta ahora cosechado tres medallas de plata en la prueba femenina, sucesivamente en los Juegos de Atenas-2004, Pekín-2008 y Londres-2012.

El Sambódromo de Río de Janeiro se disfrazó por un día. El ambiente del carnaval carioca se transformó este domingo en un fiesta olímpica, con motivo del maratón femenino.

“Uffff. ¡Nada que ver!”. Así resumía María Teresa Marques, una carioca sexagenaria el ambiente diferente que registraba este sábado el Sambódromo comparándolo con el que reina durante el carnaval más famoso del mundo.

Las gradas semivacías de “la pasarela de la samba” dejaban entrever las diferencias.

“En carnaval, pagas la entrada y tienes dificultades para sentarte debido a la enorme cantidad de gente que hay. Aquí todo es más tranquilo. Es como si estuvieras en otro lugar. Es extraño”, explicaba la señora Marques, cómodamente instalada, con mucho espacio a su alrededor.

El escenario era de carnaval. Incluso desfilaba la escuela de samba Uniao da Ilha do Governador, una hora y media antes de la llegada de las maratonianas. Pero había poco público.

La agrupación eligió este año como tema “Olímpico por naturaleza. Todo mundo se encuentra en Río”, quedando en el undécimo lugar del carnaval celebrado en febrero.

Y los organizadores de Río-2016 pensaron que podía representar a todas las 'scolas de samba' en esta jornada de maratón.

Los coloridos trajes de la escuela de samba y sus disfraces, algunos de ellos relacionados con temas deportivos, ponían cierto ambiente carnavalesco a los primeros Juegos Olímpicos en Sudamérica.

Y Maria Teresa Marques, de Tijuca, que venía con amigas y su nieto, tenía ganas de detallar las diferencias entre esta jornada atlética y la época del carnaval.

 

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