El atacante luce optimista en su nuevo hogar, aunque no oculta la nostalgia que siente por estar lejos de su esposa, Lucero Alexandra, y de sus tres hijos: Jade, de 5 años; Nia, 3, y Gerson, 1.
“Mi familia siempre ha estado al lado mío en mis aventuras futbolísticas. Espero que nos reencontremos pronto. Desde que estoy en Petapa solo una vez los he ido a visitar a Cobán, pero comprendo a la perfección que así es la vida del jugador”, admite el nacido en Siguatepeque, Comayagua, Honduras.
La humildad y la perseverancia siguen siendo dos de los atributos de Tinoco, quien espera escribir su propia historia con los loros.
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“Le he seguido la huella a Petapa y me pareció muy interesante lo que hizo en los últimos dos torneos. No cualquiera llega a dos semifinales de forma seguida. Para este Clausura 2018 también se reforzó de buena manera y potenció su plantilla. En cada una de las líneas resaltan jugadores interesantes”, añadió.
Gerson, quien ha jugado los primeros 180 minutos del certamen, no soporta el deseo de celebrar su primera diana con los miguelenses, aunque asegura que “el primer gol es el que más cuesta en llegar”.
Calificó de positiva la competencia que tiene en su nuevo equipo. El jamaiquino Francois Swaby, el petenero Juan Valenzuela, el sacatepequense Mario Navas y el brasileño Janderson Pereira, goleador del Apertura 2017, son los elementos ofensivos que buscan un lugar en el sistema de juego del técnico argentino Ramiro Cepeda.
“La competencia siempre es buena. Le ayuda a uno a no desmayar y obliga a que siempre se saque la mejor versión”, puntualizó.
