Abrir una cuenta sin salir de la casa

La semana pasada fui de visita al banco, algo que no es muy común desde que hay servicios móviles. Lo cierto es que me vi obligado por un factor que el “app” aún no permite, y mientras esperaba que me atendieran en el área de servicio al cliente, vi cuando alguien estaba en medio del proceso de apertura de la cuenta.

Es lógico que de un inicio se debe llevar documento de identificación y recibo con una dirección física o factura y según mi ejercicio de observación, al menos en este banco eran los únicos documentos necesarios. No es tanto papeleo.

En mi caso, llegué a la agencia a las 16:51 horas, esta persona (quien estaba abriendo su cuenta) ya estaba en medio del trámite y finalmente terminó su gestión a las 17:29 horas. Como mínimo, le tomó 38 minutos para un proceso que debería ser de lo más cotidiano para esta industria pero que las evidencias demuestran lo contrario.

La situación es que el anterior proceso es una anormalidad en la matriz, porque hoy es posible abrir una cuenta bancaria desde el móvil, en tiempos promedio de tres minutos. Ya no solo en Estados Unidos o Europa, sino cada vez más cerca de Guatemala. Tan solo en México ya hay más de 250 empresas fintech —tecnologías financieras—, en Brasil 377 empresas y en Colombia 124 empresas.

Uno de los bancos que ya lo hacen se denomina Chime Bank y opera en los Estados Unidos. Ingresé a la web de Chime un sábado por la tarde e inicie el proceso de registro, no lo pude terminar por no ser ciudadano norteamericano pero ver esta solución deberían hacernos reflexionar sobre el ámbito paleolítico en el que se mueven la mayoría de marcas en el sector bancario en el país.

La gran innovación no consiste en tener una aplicación y desde allí realizar las gestiones, sino en cambiar el modelo de negocio.

La nueva banca ya no se basa en comisiones sino en aportar valor, ofrecer soluciones ágiles donde el usuario tiene control de su tiempo y los ingresos para el banco se generan por venta de servicios.

Estos Bancos que empiezan a liderar la industria de la tecnología financiera en vez de enfocarse en ver cómo cobrar comisiones por cualquier motivo se enfoquen en soluciones tan creativas como ofrecer un Monedero Digital que guarde los redondeos de cualquier compra para convertirlos en criptomonedas, o en la moneda que el usuario elija para ofrecerle nuevas y variadas opciones de inversión.

Más allá de implementar tecnología o estrategias de comunicación digital para atraer al nuevo consumidor, hoy el sector financiero requiere plantear una estrategia a mediano plazo de reinvención.

Ni con todo el dinero del mundo se puede hacer frente a la transformación antropológica y cultural que la tecnología trae y los recursos del miedo o la desconfianza no serán suficientes para detener estos cambios que han llegado para quedarse.

* jose@ilifebelt.com

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