Economía

Acreedores declaran en default a Venezuela y PDVSA por pagos retrasados

Una asociación internacional del mercado de derivados financieros confirmó hoy unánimemente que Venezuela y la petrolera estatal PDVSA incurrieron en "default", lo que abre el camino para reclamar seguros de impago de deuda.

Sede de la petrolera estatal venezolana PDVSA, en Caracas. (Foto Prensa Libre: AFP).

Sede de la petrolera estatal venezolana PDVSA, en Caracas. (Foto Prensa Libre: AFP).

La decisión fue adoptada por el comité de las Américas de la Asociación Internacional de Swaps y Derivados (ISDA, en inglés), a partir de una consulta elevada hace varios días sobre los bonos soberanos de Venezuela y los de la petrolera de ese país.

Los quince representantes del comité votaron afirmativamente a la pregunta de si Venezuela había incurrido en el impago de sus bonos. También fue unánime la decisión en el caso de PDVSA.

A partir de esa votación, el comité resolvió que se había incurrido en un fallo en el pago de créditos de parte de Venezuela, por lo que decidió reunirse de nuevo el lunes próximo “para continuar las discusiones respecto a las acciones” pendientes.

Esta decisión abre el paso para el reclamo de sumas por seguros de créditos de impago, aunque la forma en la que se actuará, incluyendo las sumas que corresponde pagar, tendrá que ser decidida posteriormente por un comité de la ISDA.

En la votación de hoy participaron representantes de entidades financieras como JPMorgan Chase, Goldman Sachs, BNP Paribas, Citibank, Deutsche Bank y la Société Générale.

Se conoce además mientras el Gobierno venezolano está intentando negociar con sus acreedores una reestructuración de su deuda externa.

La decisión fue tomada un día después de que PDVSA confirmó que realizó “con éxito” el pago de esas tres obligaciones: los bonos 2017 y 2020, por 1.169 millones y 842 millones de dólares, respectivamente, y el cupón de 2027 que venció el pasado viernes, por 81 millones.

La decisión de ISDA va en la misma línea de las agencias calificadoras S&P Global Ratings y Fitch, que declararon esta semana a Venezuela y PDVSA en default parcial, por el retraso de varios pagos de capital e intereses de la deuda soberana y de la compañía.

Los títulos de la petrolera representan 30% de la deuda externa venezolana, estimada en unos 150.000 millones de dólares, que el presidente Nicolás Maduro busca refinanciar.

Corazón de la economía

PDVSA es el corazón de la economía venezolana, al generar 96% de las divisas, por lo que un default agravaría la profunda crisis, con cuatro años de recesión (36%) y en una espiral hiperinflacionaria.

Además de correr el riesgo de quedarse fuera de los mercados y de enfrentar litigios, PDVSA podría sufrir el posible embargo de activos en el extranjero, como CITGO, su filial en Estados Unidos, que posee tres refinerías y tres oleoductos.

“Un default no solo afecta al gobierno, sino también a la población, puede ser infinitamente peor, estamos hablando de un pueblo frágil”, aseguró el economista Luis Vicente León.

La crisis del país con las mayores reservas petroleras del mundo se agravó con la caída de los precios del crudo a partir de 2014, y se caracteriza por una severa escasez de alimentos, medicinas e insumos industriales.

PDVSA llegó a ser una de las cinco mayores petroleras del mundo, pero actualmente produce 1,9 millones de barriles diarios (mbd), frente a 3,2 mbd de 2008.

Imagen del logotipo de la petrolera estatal venezolana PDVSA, en una gasolinera en Caracas. (Foto Prensa Libre: AFP).

Pagador en duda

La resolución del ISDA se produjo al día siguiente de que el gobierno de Maduro recibió un pequeño respiro de su aliado Rusia, que reestructuró unos 3.000 millones de los casi 9.000 millones de dólares que le adeuda Venezuela.

Pero esa ayuda no saca al país del atolladero en que se encuentra.

Con reservas internacionales de 9.681 millones de dólares, Venezuela debe pagar en lo que resta del año unos 1.470 millones de dólares y en 2018 más de 8.000 millones, por lo que expertos no descartan que caiga en un default total.

No obstante, el gobierno asegura que es “buen pagador” y que, pese a las resoluciones de las calificadoras, va “a pagar en común acuerdo con los tenedores de los bonos”, dijo el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.

Según los expertos y las agencias calificadoras, las sanciones de Estados Unidos, que prohíben a sus ciudadanos y bancos negociar nueva deuda pública venezolana, complicará las discusiones con los acreedores, pues un 70% son estadounidenses o canadienses.

Joydeep Mukherji, encargado de los países latinoamericanos y caribeños en S&P, consideró que el hecho de que Venezuela siga sirviendo la deuda no es suficiente para despejar las dudas sobre la capacidad de pago del país.

“La situación no ha cambiado sólo porque juntes dinero para pagar bonos” en mora, sostuvo.

El pasado lunes, el gobierno se reunió con un grupo de acreedores en Caracas, pero no presentó una propuesta concreta para renegociar la deuda, lo que decepcionó a varios tenedores.