“Asumimos que no va a ocurrir, estoy convencido de que no va a ocurrir”, señaló el vicepresidente del BCE en rueda de prensa sobre la posibilidad de que Grecia salga de la zona del euro.

Constancio calificó la situación de “muy difícil” y consideró que Europa tiene en estos momentos más instrumentos que en 2007 y 2011 para contener un contagio de Grecia a otros países de la zona del euro.

El BCE dice en su último informe de estabilidad financiera que las posiciones fiscales siguen siendo precarias en algunos países.

“Los riesgos de impago de la deuda soberana de Grecia han aumentado notablemente debido al incremento de la incertidumbre política en los últimos seis meses”, según el informe.

Asimismo el BCE destaca que el sector bancario de Grecia ha sufrido importantes salidas de depósitos, ha perdido el acceso al mercado mayorista de financiación y se ha deteriorado la calidad de sus activos.

El BCE insta a Grecia a lograr rápidamente un acuerdo con sus acreedores porque, de lo contrario, pone en riesgo empeorar las condiciones bajo las que se financian otros países de la zona del euro.

“Las reacciones de los mercados financieros a los acontecimientos en Grecia han sido tenues hasta la fecha pero si no se produce un rápido acuerdo sobre las necesidades de implementación estructural, se podrían materializar los riesgos de un ajuste al alza de la prima de riesgo que se exige a otros países de la zona del euro vulnerables”, apostilla el informe del BCE.

Grecia negocia en estos momentos ayudas futuras con sus acreedores internacionales, el BCE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE).

A lo largo de esta semana se han producido declaraciones contradictorias sobre la situación de las negociaciones y el acercamiento de posiciones.

Algunos líderes políticos griegos han insistido en que un acuerdo está cerca, pero el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, lo han cuestionado.

Lagarde advirtió hoy en Dresde (Alemania) que “queda mucho trabajo aún por hacer” para que se pueda sellar un acuerdo entre Grecia y sus acreedores.

El BCE advirtió en su informe semestral de que las perspectivas de un bajo crecimiento nominal son el principal riesgo para la estabilidad financiera de la zona del euro.