Economía

El Checha, un emprendedor de historia en pleno centro

El apoyo solidario de su clientela que atendió por más de 34 años fue uno de los motivos para que César Eduardo García Cordova, más conocido como Checha, decidiera abrir su propio restaurante y bar en el Centro Histórico.

Los almuerzos van desde los Q30 hasta especialidades a la carta, así como bebidas. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

Los almuerzos van desde los Q30 hasta especialidades a la carta, así como bebidas. (Foto Prensa Libre: Álvaro Interiano)

En sus palabras, servicio, calidad y precio son las recetas para lograr el éxito empresarial en cualquier emprendiemiento, asegura.

“Yo no me considero el dueño o el propietario, soy un empleado más. La humildad es importante en la atención al cliente”, enfatiza.

El lugar está ubicado en la Sexta Avenida “A” de la zona 1, entre 10 calle y 11 calle.

César Eduardo García Cordova nació en Quetzaltenango en 1958.

Trabaja en el servicio de restaurante y bar desde 1982.

Casado, tiene tres hijos y cuatro nietos.

Estudió hasta el tercer semestre de la carrera de Ciencias Jurídicas y Sociales.


“Me quedé desempleado en el 2012 y por mi edad era difícil conseguir un trabajo, por lo que con mi familia decidimos abrir un restaurante en el mismo sector en donde por años trabajé”, recuerda.

García rememora que, además de su necesidad, sus clientes fueron quienes más lo motivaron.

“Habían clientes que me decían que comprara los productos y que llegaban a mi casa a consumir, por lo que fue la solidaridad que impulsó abrir el restaurante”, dice.

El emprendedor, de 58 años, cuenta que fue por medio de préstamos familiares que logró recaudar más de Q100 mil y así empezar su sueño.

Esa inversión inicial le sirvió para comprar el derecho de llave e instalar el establecimiento.

El restaurante y bar El Che Cha abrió sus puertas el 5 de octubre del 2012 y aunque el lugar no es muy grande, sus instalaciones son acogedoras y evocan épocas pasadas, mediante pinturas, fotografías y mobiliario antiguo.

El bar es uno de sus distintivos también, ya que por las noches acuden al lugar políticos, diputados, músicos, escritores, periodistas y bohemios.

Para él, disciplina, dedicación y respeto han sido los ingredientes que le han dado sabor a El Che Cha.

“En cualquier lugar, el buen trabajo se valora y por eso los clientes lo reconocen, aprecian y siguen”, afirma.

Checha explica que, en este tipo de negocios, uno debe estar atento a los requerimientos de los consumidores, así como a escuchar sus peticiones.

Además, generar un clima de confianza y familiar con los clientes.

“Hay generaciones de consumidores cuyos padres vienen con sus hijos y esto se mantiene”, cuenta García.

Su relación con los clientes lo lleva a tal punto, que en su bitácora de pedidos estos no llevan número de mesa u orden, sino que el nombre del cliente.

García Córdova dejó a los 17 años su natal Quetzaltenango, con el objetivo de continuar sus estudios y apoyar a su familia.

Recuerda que empezó en la industria de atención al cliente en 1978.

Trabajó por cuatro años en el bar El Tiburoncito —establecimiento que dejó de funcionar— y luego en el Bar Europa, ubicados en el Centro Histórico de la Ciudad de Guatemala.

En la actualidad, cuenta con siete colaboradores, que divide en dos turnos. En el primero se ofrecen almuerzos al mediodía, y por la noche se convierte en bar.


El emprendedor cuenta que la jornada empieza a las 10 con la preparación de los almuerzos que se sirven al mediodía, y finaliza a la una de la madrugada con la atención a los trasnochadores.

García asegura que la distracción es su principal valor para los clientes de la noche, que es el horario que le representa mayores ingresos. Incluye música grabada con éxitos del recuerdo.

Secretos

En los productos a ofrecer, dijo, uno debe buscar los más frescos y de calidad, con sabores y preparación.

En los precios se debe razonar la situación económica y ganar lo justo, afirma.

Entre sus planes, explicó, está consolidar el restaurante y evalúa la posibilidad de abrir otro.

ESCRITO POR:

Urias Gamarro

Periodista especializado en macroeconomía, finanzas públicas e infraestructura, con 20 años de experiencia en medios radiales, impresos y digitales.

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