El director del Instituto Guatemalteco de Turismo (Inguat), Harris Whitbeck, declaró que la marca país es un tema que ha despertado muchísimas pasiones, pues mientras muchas personas la apoyan, otras no.

Se decidió llevar a cabo una auditoría de marca, revisando el proceso de conformación y se han encontrado unos 4 mil documentos relacionados con el tema, los cuales se están analizando y mientras tanto, se ha suspendió su uso.

Actualmente se están utilizando otras imágenes como la marca de turismo del Inguat (representada por un volcán, un lago y una pirámide), el escudo que usa el Gobierno de Guatemala y diseños basados en los textiles o los murales de Santa Catarina Palopó, Sololá.

El contrato adjudicado para diseñar e implementar la marca país lanzada en el 2022 tuvo un monto de Q6.8 millones y consiste en un logotipo que simboliza una G estilizada en colores morado, fucsia y rosado, más el eslogan “Guatemala Asombrosa e Imparable”.

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“Dado que ha habido tanta controversia alrededor del tema, decidimos hacer una auditoría técnica o una auditoría de marcas, que es el término más adecuado” dijo el funcionario indicando que en este momento no se está auditando el proceso mediante el cual se llegó a licitar o contratar a quien lo hizo, sino que se están enfocando en la marca en sí.

Sin embargo, dijo, la responsabilidad de Inguat es asegurarse de que sea una marca que realmente cumpla con las funciones de una marca país. Por ello se está auditando la arquitectura de la marca, qué insumos llevaron a diseñar ese andamiaje de la marca, los sondeos de opinión y otros aspectos que requieren un análisis muy minucioso.

Esa revisión está a cargo de un equipo de interno y externo de expertos en mercadeo y comunicación, quienes deberán informar a las autoridades del Inguat qué se puede rescatar.

“Estamos muy conscientes de que la marca costó más de 6 millones y no queremos tirar ese dinero a la basura, pero sí asegurar que el resultado realmente llene nuestras necesidades”, ya que a su criterio, una marca visual que requiere de una explicación verbal, puede mejorar.

Varios pasos

Consultado sobre si se va a llevar a cabo un proceso para escuchar a los sectores y si a la fecha han detectado aspectos que se puedan cambiar, Whitbeck explicó que tras revisar los documentos mencionados y llegar a las conclusiones técnicas, se decidirán los pasos a seguir.

Sin embargo dijo que se tomar en cuenta que este estudio se comenzó a realizar en el 2018 y “la Guatemala del 2024 es muy diferente a la del 2018”. Además, una marca debe ser actualizada y eso se debe tomar en cuenta.

El director del Inguat dijo que para este gobierno es muy importante la inclusión, y por ejemplo “para nosotros en el Inguat, el tema de turismo comunitario es muy importante y tenemos que estar seguros de que todos los sectores estén tomados en cuenta a la hora de diseñar una marca que hable de Guatemala”.

Se estima que el proceso de revisión puede llevar de 30 a 60 días, ya que no van a correr “para dar pasos muy técnicos y sólidos para llegar a algo que realmente funcione”.

Añadió que por lo pronto, “hay otros elementos que podemos utilizar para hablar de Guatemala” y ejemplificó que para la feria International Tourism Berlin (ITB) de Alemania 2024. En esta se usaron fondos blanco y celeste con diseños de textiles y el nombre de Guatemala, así como otra también con diseños de textiles pero en varios colores.

Opiniones del sector

Consultado al respecto, el exdirector del Inguat, Jorge Mario Chajón, dijo que “lamentablemente la marca país es un tema que se ha politizado y no se ha podido lograr un proceso en el que todos los guatemaltecos estemos de acuerdo y con resultados”.  

Aunque ha habido un proceso de investigación de varios años, ese proceso no lo ve la gente y consiste en una validación de marca que no ha sido muy expuesta, agregó.

Por aparte, Rolando Schweikert Rozotto, presidente de la Cámara de Turismo de Guatemala (Camtur) dijo que respetan la decisión del Inguat y que observaron el stand usado en la ITB, el que recibió muy buenos comentarios.

Considera que hay un cambio positivo porque “la gente ya no está preguntando qué pasará en Guatemala, al referirse a los problemas políticos, sino que pregunta qué puede ofrecer o aportar el mercado”.