Economía

Engordemos una gallina y vivamos de sus huevos

En nuestras enseñanzas hemos bautizado al dinero con el nombre de granos. Nuestros estudiantes saben que el dinero, o los granos, que no se gastan quedan en su casa engordando una gallina propia. La gallina es su ahorro o capital. Aprenden que los granos que se gastan, se van a otras casas a engordar gallinas ajenas, es decir a aumentar capitales o gallineros ajenos.

Aprenden también que su capital deben invertirlo, es decir su gallina deben de ponerla, en un negocio para que le produzca o les de unos huevos llamados utilidades. Si ponen o invierten su gallina en propiedades, les dará unos huevos llamados alquileres, y si la colocan en un banco o cooperativa les producirán unos huevos llamados intereses.

Todo el esfuerzo de nuestros estudiantes, es salir a salvar cuanto grano generado con su trabajo, puedan, para que la mayoría de estos queden en su casa, engordando su propia gallina, para luego ponerla a dar huevos. El objetivo en mente, es del utilizar, mas adelante, los huevos producidos por la gallina para que estos le cubran sus gastos fijos del mes y los eventuales del año. Cuando esto ocurra, sabrán que ya la hicieron en la vida.

A lo primero que se dedican es a salir de deudas, para así ya no mandar granos que les servirían para engordar su gallina, a casa de sus acreedores. Cuando los granos que ahora mandan a casa de estos, ya no los manden, al pagarles la deuda por completo, entonces tendrán más granos con los cuales podrán engordar su gallina.

Es agradable encontrarse con exalumnos que nos dejan saber que ya están libres de deudas y se van a dormir cada noche sin el agobio que estas antes les producían. Ya no tienen acreedores que les acosen inmisericordemente, ni pierden dinero en pagar intereses.

Nos comentan que ya terminaron de pagar su casa y ahora van por otra más. O bien ya engancharon su primera casa y se han decidido a pagarla en menos tiempo del acordado para no perder granos en el pago de intereses. Ahora viven bien, con cero deudas, les alcanza lo que ganan para llegar a fin de mes sin angustias y tienen un buen guardadito en el banco. Algunos ya disfrutando de las entradas extras por lo huevos que obtienen de sus gallinas, es decir de lo que sus inversiones les producen.

Claro que para poder hacerse de un capital que pueda generarnos otros ingresos adicionales a los que normalmente percibimos mensualmente tenemos que esperar un tiempo y limitarnos en muchos gastos y no satisfacernos algunos gustos. Hacer lo que no queremos hacer pero de todas formas nos esforzamos por hacerlo, se llama disciplina. Y esta es básica para obtener buenos resultados en lo financiero. Ese es el precio que pagan los que hoy disfrutan de riquezas, pero es el que no todos están dispuestos a pagar. La paciencia y la limitación, requieren un sacrificio de nuestra parte, pero los premios que a la postre estas pagan, bien valen la pena hacerlo.

Póngase UD. como meta 60 meses o sea 5 años, para que sepan todos en su casa que tienen que hacer su mejor esfuerzo para llegar a tener un capital que bien invertido les permita disfrutar de lo que todos quieren llegar a acariciar. Involucrar a todos los de la casa es saludable y prudente, pues así compartida la visión, se hace más llevadera la carga y menos pesado el sacrificio.

Muchos de los hombres y mujeres acaudalados no lo son por ser los ganadores de la lotería, o artistas famosos, o estrellas súper pagadas de algún deporte. Son el producto de un estilo de vida de mucho esfuerzo, perseverancia, planificación, inversiones sensatas y rentables y sobre todo una enorme autodisciplina en el gasto de su dinero.

¿Quiere UD. realmente tener independencia económica? ¿Están dispuestos usted y su familia a reorientar su manera de pensar y a cambiar su estilo de vida para hacerse de un capital o “gallina” que les genere otros ingresos o “huevos” para llegar a vivir de estos?

Si honestamente están dispuestos a hacer las modificaciones necesarias en su tiempo, energía y hábitos de consumo, pueden entonces generar la riqueza y alcanzar la libertad económica que tanto esperan conseguir. En el trayecto a la meta de hacer su capital o “gallina”, les podrán llamar avaros, tacaños o garras porque evitaran gastar en todo aquello, que otros ni siquiera se detendrán a pensar si gastan en ello o no. Pero recuerde que si algo no se justifica y le impide acercarse a su meta de llegar a disfrutar de buenos “huevos”, no gaste en ello.

UD. y su familia están en la balanza, y Uds. pesan muchísimo más. Si cree que puede, UD. puede. Si cree que no puede, también está en lo correcto, pues la fe funciona en un sentido o en el otro. Para llevar tu economía personal a otro nivel, obtén mi libro “Cómo Hacerla en la Vida”.

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