Supuestamente, el gigante del comercio electrónico ha hecho una oferta por las 22 cadenas deportivas regionales de las que se está deshaciendo 21st Century Fox como parte de su venta a Walt Disney Company, informó CNBC, citando fuentes anónimas.

Juntas, las cadenas transmiten los partidos de 44 equipos de la NBA, la MLB y la NHL. En un artículo que Reuters difundió con anterioridad, en el que también se citaron fuentes anónimas, se sugirió que las cadenas podrían estar valuadas en más de US$20 mil millones de dólares, por lo que esta compra sería el acuerdo más grande que haya cerrado Amazon en su historia.

Sin embargo, ¿por qué Amazon quiere 22 cadenas deportivas?

La lógica simplificada: en una época en la que la televisión de paga está a la baja, el contenido deportivo mueve a los televidentes de una plataforma a la otra.

Poseer los derechos de grandes franquicias, ayudaría a Amazon a promocionar su programa Prime (con un costo de US$119 al año), en especial si esa membresía incluyera el acceso a esos partidos. Esto, a su vez, podría sumar más ingresos, pues los miembros de Prime tienden a comprar más en Amazon.

Menos suscriptores

A últimas fechas, se ha ralentizado el crecimiento en el número de suscriptores de Amazon Prime en Estados Unidos.

Este año, alcanzó 97 millones de miembros, una cifra superior a los cerca de 90 millones del año pasado, de acuerdo con un estimado de Consumer Intelligence Research Partners. Un repunte en el crecimiento de la membresía sería bienvenido.

Las emisiones en continuo podrían convertirse en el negocio dominante de los medios en los próximos años, lo que podría significar que las empresas que se dediquen a este tipo de transmisión de contenidos se vuelvan las principales emisoras deportivas si logran los acuerdos adecuados (Amazon podría ponerse como objetivo obtener los derechos exclusivos de los partidos del domingo y del lunes de la NFL cuando la liga busque una renovación de contrato por ahí del 2021).

Además, aunque puede ser riesgoso, Amazon sabe muy bien cómo dominar un negocio. Pregúntele a quien quiera.
© The New York Times, 2018