ECONOMÍA

¿Se puede regular al bitcóin y a otras criptomonedas?

Las criptomonedas son, en potencia, una forma de trasladar recursos entre agentes económicos que residen fuera de nuestras fronteras. Su regulación solo se podría lograr a través de la mayor cooperación internacional posible.

Juan Ignacio Guzmán*

|

¿Cómo regular la Bitcoin? (Foto Prensa Libre:)

¿Cómo regular la Bitcoin? (Foto Prensa Libre:)

Las criptomonedas surgieron gracias al nacimiento del blockchain, el cual es una opción tecnológica para asegurar la integridad de los registros a través de la web. Bitcóin es la primera moneda en utilizar el blockchain globalmente, aunque el blockchain ha sido extrapolado para su uso en otras industrias más allá de las monedas.


Bitcóin es un tipo de moneda digital o criptomoneda no regulada (descentralizada, sin un banco central regulador), diseñada para evitar los controles gubernamentales y simplificar las transacciones en línea, al deshacerse de los intermediarios cuando se envían dineros de un país a otro. 

Por qué regular este mercado

Existe una discusión recurrente sobre la pertinencia o no de regular Bitcóin, ya que aparentemente va en contra de lo que pretende su naturaleza descentralizada.

No obstante, conforme avanza su crecimiento y popularidad, Bitcóin ha tenido que superar algunos problemas normativos y de cumplimiento a nivel internacional. Estos problemas regulatorios varían dependiendo de cada país. Sin embargo, la preocupación más común es la posibilidad de ser utilizado para lavado de dinero.

Bitcóin, y en general las criptomonedas, cuentan con entusiastas que las promueven y las han involucrado en sus procedimientos transaccionales habituales. Pero también tienen sus detractores.

Uno de los críticos más severos con las criptomonedas, y especialmente con Bitcóin, es el ganador del Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, quien argumenta que una posible regulación de esta moneda virtual significaría sacarlo de la existencia.

Además, considera que el mejor medio de intercambio actual es el dólar estadounidense y que las personas se han volcado al uso de Bitcóin mayoritariamente por su condición secreta.

Sin embargo, el mercado lo está aceptando naturalmente y poco a poco se van creando las condiciones para que estas y otras iniciativas prosperen. De existir mayor claridad, se estarían alineando los incentivos en la dirección correcta.

De cierta manera coincide Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al indicar que justamente los vacíos regulatorios están haciendo que se genere todo este tipo de especulación. La posición del BID es, justamente, que independientemente de lo que haga cada país, es necesario que exista convergencia regulatoria a un nivel multinacional.

A mi criterio, en primer lugar, las autoridades deben definir si las criptomonedas son valores, monedas extranjeras, commodities u otros tipos de bienes, y así poder darle claridad legal al objeto que se quiere regular.

Además, los gobiernos deben proteger a los consumidores financieros de cara a lo que puede ser un producto novedoso, del que aún tenemos poca información.

Por otra parte, existen empresas importantes (por ejemplo, JPMorgan, Microsoft y Intel) que se han volcado al uso e investigación y desarrollo del blockchain para aplicarlo en el giro habitual de sus industrias.

Nuestros países deben procurar la atracción de este tipo de empresas de alta tecnología y generar un entorno humano, financiero, tecnológico y legal para hacerlas sentirse bienvenidas.

Por tanto, es conveniente que los países ofrezcan seguridad jurídica y garantías a los inversionistas a todo nivel, desde los que invierten parte de sus ahorros en la adquisición de criptomonedas o tokens en un Initial Coin Offering (ICO) hasta aquellos más sofisticados que buscan servicios más complejos.

Actualmente, el Banco de Guatemala (Banguat) ha manifestado que las monedas virtuales
no son reconocidas como monedas en el país y, por tanto, no constituyen un medio de pago de curso legal. Más allá de esto, no están prohibidas y existen muchas personas utilizando habitualmente criptomonedas e iniciando un ecosistema cripto en Guatemala.

Precisamente, las criptomonedas son, en potencia, una forma de trasladar recursos entre agentes económicos que residen fuera de nuestras fronteras. Por ejemplo, recursos provenientes del trabajo de los migrantes en los Estados Unidos a sus familiares en Guatemala.

¿Qué han hecho otras jurisdicciones?

Países como China, consideran las criptomonedas como una amenaza a la estabilidad del mercado financiero, argumentando el peligro potencial de evasiones y contingencias tributarias. Por esto, el Banco Popular de China prohibió que las empresas del país realizaran colocaciones de criptodivisas, es decir ICO, como método para financiarse, declarando éstas como una recaudación ilegal de fondos.

En enero de este año, Corea del Sur anunció regulaciones más estrictas para la industria de criptomonedas, en medio de una convulsa expectativa debido a la propuesta de prohibición del comercio de criptomonedas realizada por el Ministro de Justicia algunos días atrás.

Actualmente, en Corea del Sur quienes utilicen criptomonedas deberán usar sus nombres reales para sus cuentas de comercialización de criptomonedas. Además, se anunció la aplicación de multas para quienes incumplan con la normativa.

Contrariamente, Japón convirtió a Bitcóin en un método legal para realizar transacciones. Tras la implementación de este nuevo paradigma jurídico, se habilitó el uso de la criptodivisa en cientos de miles de locales. O bien, Estonia está próxima a emitir su propia criptomoneda y ha volcado su gobernabilidad a la digitalización y al uso del blockchain.

Recientemente, en los Estados Unidos un proyecto de ley del Senado que requeriría una actualización sobre las leyes de lavado de dinero, para controlar las transacciones potencialmente ilícitas. Adicionalmente, existe un proyecto de ley de la Cámara que eximiría del reporte de ganancias de capital aquellas transacciones de criptomonedas de hasta US$ 600.

Qué saber si da el paso

Bitcóin se creó originalmente como respuesta a la crisis financiera de 2008. La comunidad de origen tenía un fuerte giro libertario similar a la cultura del software libre. Sin embargo, muchos de los casos de uso definitivo de la cadena de bloques podrían convertirse en tarifas estándar para participantes establecidos como transnacionales, gobiernos y bancos centrales.

Es cierto que existe una presión regulatoria sobre Bitcóin y todo el mercado de criptomonedas. No obstante, los movimientos regulatorios desde países nacionales individuales, dada la vocación transnacional de las criptomonedas, no son lo suficientemente grandes como para tenerlo bajo control total.

La regulación efectiva de las monedas virtuales, por lo tanto, solo se podría lograr a través de la mayor cooperación internacional posible.

Ante la interrogante, ¿debemos invertir en Bitcóin u otras criptomonedas? Mi opinión es no. Al menos hasta que se estabilice su uso y volatilidad. Considero que aún es algo novedoso y no tenemos información suficiente para tomar decisiones a largo plazo. Bitcóin, Ether y demás criptomonedas no deberían ser vistos como instrumentos de inversión, a manera de acción o bono.

Sí es conveniente conservar Bitcóin o Ether para transacciones eficientes o bien, para participar en ICO o Fintech que canjean sus tokens por este tipo de divisas. Siempre y cuando las jurisdicciones involucradas lo permitan.

La recomendación para aquellos inversionistas o adquirientes de criptomonedas, se enfoca en verificar previamente dos condiciones: (i) que la moneda o token que adquieran tenga incorporado algún valor agregado (por ejemplo, los security token); o bien, (ii) que sea la única forma de adquirir un determinado bien o servicio (conocidos como utility token).

Hay voces bastante calificadas que aseguran que el blockchain hará con el sistema financiero, lo que el internet hizo a los medios de comunicación.
Prepararse para estos cambios significa invertir en investigación y experimentación. Quienes lo hagan estarán en una buena posición para prosperar en el nuevo sistema financiero emergente.

Finalmente, el entorno cripto (y el blockchain, en general) plantea una serie de retos tecnológicos, regulatorios, de protección al consumidor, energéticos (debido a la gran cantidad de energía que es utilizada para realizar transacciones), académicos (debido al papel fundamental que deben cumplir las Universidades e instituciones educativas para vincular a esta generación con una tecnología de altas posibilidades) y gubernamentales, empezando por la decisión de regular o no el mercado local de criptomonedas.

*Abogado de G&D Asesores Jurídicos (Costa Rica)
ignacio@gydasesores.com

ESCRITO POR: