De momento, el Banco de Guatemala (Banguat) confirma que la economía estaría cerrando en -1.5% y para 2021, 3.5% -positivo-, que son los escenarios oficiales que se manejan.
El impacto de Eta se presentó al final de la temporada de huracanes, al igual que otros fenómenos climáticos. Es decir, que este año habría dos efectos puntuales que golpearon a la economía nacional: el coronavirus y la tormenta Eta.
Focalizado
Sergio Recinos, presidente del Banguat expuso a Prensa Libre que aún no se cuentan con los datos como tales, ya que aún hay áreas inundadas y otros riesgos, y para hacer la medición se necesita estar en el campo para hacer las evaluaciones más concretas -estándares internacionales-.
Propiamente, esa institución hace una estimación con la pérdida de cultivos.
“En este momento es prematuro dar un dato, hay daños, y tanto el Gobierno como el sector privado y países donantes están brindando apoyo a los damnificados para atenuar. Las aguas no han bajado para hacer el recuento”, precisó el funcionario.
Entre los daños causados a los cultivos, están arroz, café, banano, maíz, y podría esperarse productos de consumo interno como el arroz algún impacto en la inflación en los meses venideros.
Recinos dijo que el impacto está focalizado en Huehuetenango, Quiché, Alta Verapaz, Petén, Izabal y Zacapa, y se espera que el impacto global no sea tan elevado para el próximo año y en este momento se mantiene la estimación en el rango de 3.1% a 4.1%. “Habría que darle el seguimiento, pero en general se mantiene el crecimiento en ese rango”, puntualizó.
Efecto en 2021
El presidente de la banca central aseveró que está finalizando el ejercicio y las perspectivas de crecimiento de -1.5% no tendrían ninguna variación, aunque hay impacto en cosechas y materiales; y los efectos que pudiera causar la tormenta serán para 2021.
Lo que dejó claro Recinos es que los daños causados por la tormenta no tienen un efecto a nivel global de la economía tan severo que puedan mover las previsiones de crecimiento, aunque habría que ver que pasan con otros temas.
Añadió que una vez se haga la cuantificación de los daños a los cultivos afectados, se podría contar con una evaluación más concreta.
Compensador
Sin minimizar la tragedia y las pérdidas de vida, el presidente de la banca central expresó que siempre y cuando hay algún un evento de esta naturaleza, el impacto a nivel nacional no será tan grande, y que la reconstrucción brinda un impulso a la economía.
La reconstrucción implica hacer infraestructura como puentes, carreteras, y a los pequeños, medianos y grandes productores agrícolas inyectarles de apoyo financiero, que eso tiene un impacto positivo que se reflejaría el próximo año, compensar el impacto negativo de la destrucción.
Recordó que este evento que fue menor al huracán Mitch en 1998 y que sí tuvo consecuencias negativas para la economía en ese entonces.
Efecto multiplicador
Guido Rodas, exministro de Economía y exmiembro de la Junta Monetaria, señaló que el primer sector afectado es el agrícola en aquellos productos que en esta temporada tienen cosechas, como café y cardamomo en las Verapaces y Quiché, que al inundarse los campos se pierden.
Por otro lado, dijo que la reconstrucción sí contribuye a la economía por el empleo que generan obras como los caminos, puentes y carreteras, y tiene un efecto multiplicador en valor agregado que hacen que funcione otros sectores productivos, que demandan la industria de cemento, hierro, transporte, telecomunicaciones, electricidad entre otros, así como la demanda indirecta de otros bienes y servicios.
El efecto multiplicador es que todos esos trabajos demandan otras actividades en la reconstrucción, y señaló que una de las ventajas es que hay recursos financieros disponibles como se anunció de traslado de la pandemia.
“El efecto no será este año; en lo que se planifica, se empieza a reconstruir y la ejecución será en 2021, excepto por las cosechas que se perdieron y tendrán la repercusión en 2021”, puntualizó.
Rodas coincide con el presidente de la banca central, al comentar que el posible impacto al PIB será el siguiente año de los efectos de la tormenta Eta, pero en el caso de la construcción pública y privada podría generar compensador.
“La tormenta no golpeó a todo el país, dañó infraestructura y agricultura, creó pérdidas económicas, las familias están sufriendo, hay asistencia, pero impactarán a nivel macroeconómico”, precisó.
Historial
Efectos a la economía provocados por desastres naturales:
- Huracán Mitch
- 1998
- US$1 mil 061.4 millones
- 4.7% del PIB
- Sequía en el Corredor Seco
- 2001
- US$29.1 millones
- 0.1% del PIB
- Tormenta Tropical Stan
- 2005
- US$ 1 mil 166 millones
- 4.1% del PIB
- Tormenta 16
- 2008
- US$169.1 millones
- Sequía La Unión Zacapa y Cianobacteria Atitlán
- 2009
- US$58.7 millones
- Erupción Pacaya y Tormenta Ágatha
- 2010
- US$1 mil 041.7 millones
- 2.6% del PIB
- Tormenta 12E
- 2011
- US$325.9 millones
- 0.8% del PIB
- Terremotos en San Marcos
- 2012-2014
- US$128.5 millones
- 0.3% del PIB
- Erupción del Volcán de Fuego
- 2018
- US$210 millones
- 0.3% del PIB
(Fuente: Segeplan)
