Economía

Motores del desarrollo regional

Con esta expresión se refirió el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, a Guatemala y su país durante la reciente visita oficial, su intercambio comercial de casi mil millones de dólares representa la mitad del comercio regional. Fue evidente en la agenda bilateral el tema de fortalecimiento o mejoramiento de dicho intercambio.

Con este fin, el presidente Solís tuvo un encuentro con gremios empresariales, también identificando al sector privado de Guatemala como uno de los actores más importantes y estables que suman al proceso de integración comercial.

A pesar de las crisis que hemos vivido el año pasado, el DIÁLOGO PÚBLICO-PRIVADO ha permitido que en la Unión Aduanera GU-HON y en los procesos de Facilitación Comercial GU-ES se genere un clima de confianza y respeto y buscar ante todo el beneficio del país. Digamos que el sector empresarial se convierte en un punto de referencia, ancla y motor de estos esfuerzos de integración económica.

Si bien es cierto muchos empresarios han cumplido esta labor titánica, especial mención se debe a don Adán Aquino, empresario transportista, presidente del Grupo Los Andes, hoy día Delegado de los temas Fronterizos GT-SV, primer presidente de la Federación Centroamericana de Transportes (Fecatrans) y de amplísima trayectoria gremial; su lema, “Soy ciudadano centroamericano, creo en la integración apoyo la Unión Aduanera”, es un continuo recordatorio del objetivo del proceso.

Retomando la facilitación con El Salvador

La misma semana autoridades gubernamentales de El Salvador mantuvieron reuniones técnicas con sus contrapartes guatemaltecas en el contexto de la Estrategia Regional de Facilitación del Comercio, que tiene como objetivo la implementación de medidas de facilitación entre pares de países.

Durante las reuniones, lideradas por los viceministros Enrique Lacs (GU) y Estrella Rodríguez (ES), se decidió retomar la agenda bilateral de facilitación fronteriza y que comprende mesas técnicas específicas en aduanas, temas migratorios, seguridad, sanitarios-fitosanitarios y tributarios, donde se acordaron hojas de ruta especialmente para los puestos fronterizos de Las Chinamas/Valle Nuevo y Anguiatú/La Hermita, donde se da buena parte del intercambio comercial bilateral.

Como anunció el Mineco, también se evaluaron los avances propuestos desde el año pasado en el puesto fronterizo de Pedro de Alvarado/La Hachadura, lugar por donde transita la mayor parte del comercio intrarregional, que ha contado con el apoyo técnico de la Sieca y la asistencia financiera y técnica de Usaid y el BID.

Esa misma semana se publicó en el Diario de Centro América el Protocolo Habilitante para la Integración Profunda hacia el Libre Tránsito de Personas y Mercancías entre Honduras y Guatemala, instrumento que posibilita el proceso de creación y consolidación de la Unión Aduanera.

Una vez entre en vigencia —marzo próximo— se puede crear la institucionalidad y el fondo que permita hacer realidad el proyecto. Hasta el momento, el Banco Centroamericano de Integración Económica, con US$1.5 millones, el BID y el Fondo español del SICA están aportando a dicho fondo, que también requerirá recursos propios, los que deberán ser incluidos en el presupuesto del gobierno.

No perdamos el norte, el aceite del motor al que se refiere el presidente Solís es la administración tributaria, la SAT. Los recientes cambios de Directorio reflejan el inicio de una nueva era, también la instalación de la Mesa Técnica en el Congreso señala incluso propuestas de eliminación del Directorio.

No sabemos el resultado final de este proceso, lo que tenemos claro es que Guatemala requiere una verdadera Revolución Tributaria, fundamentada en buenas prácticas internacionales, metas realistas, indicadores objetivos de eficacia y eficiencia, suficiente voluntad política y recursos financieros para proceder a la modernización. El expertise y los recursos de la banca internacional de desarrollo (BID-Banco Mundial) seguramente serán claves para hacer realidad el proceso.

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