Alhajas, electrodomésticos, equipo y maquinaria son las prendas más comunes que  reciben los establecimientos como garantía, y a cambio reciben efectivo.

Cubrir necesidad

Jorge López, vecino de la zona 18, fue uno de los que acudió ayer en busca de efectivo para cubrir los gastos escolares de sus tres hijas, que el próximo lunes empezarán clases.
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Contó que no tuvo otra opción que empeñar un electrodoméstico que adquirió en diciembre para completar la lista de útiles, que se incrementó este año respecto del 2017.

Recordó que, por la urgencia de obtener los recursos, llegó a dejar su prenda, ya que con prestamistas el interés es demasiado alto y otros negocios formales tardan varios días para verificar si puede ser sujeto de crédito. “No tuve otra opción que dejar la prenda, y recibí Q2 mil 500”, indicó, luego de haber efectuado la operación en una casa de empeño ubicada en el Paseo de la Sexta Avenida.

Temporada alta

Marco Antonio Argueta Miranda, administrador del Monte de Piedad del Crédito Hipotecario Nacional (CHN), explicó que enero, febrero y marzo corresponden a una temporada alta, influenciada por el inicio de clases. Otro porcentaje apunta a personas que, por ser Año Nuevo, se aventuran a emprender algún negocio y necesitan capital.

“El movimiento es bajo ahora, pero cuando se inicie el ciclo escolar esperamos que se incremente hasta en  25% las transacciones”, afirmó.

El administrador enfatizó que lo más común que reciben como garantía son cadenas, pulseras, relojes u otros objetos de oro y, según su estado y quilates, así será la tasación.

La tasa de interés del Monte de Piedad es del 4% mensual, que es una de las más bajas del mercado y tiene una razón social de que los clientes puedan recuperar sus prendas, añadió.   En promedio, atienden entre 300 y 400 clientes.

Por el momento, indicó que quedó suspendido recibir electrodomésticos y otras prendas mientras se liquida el inventario. En 30 días se levantará la restricción.
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Un cliente del Monte de Piedad que acudió ayer al establecimiento y que prefirió omitir su nombre, explicó que tuvo inconvenientes financieros en diciembre, y para saldar  el pago de colegiaturas empeñó sus alhajas.

“Tengo esta opción de tener efectivo y en un plazo de 30 días recupero la prenda. La necesidad me obliga a recurrir en este momento al Monte de Piedad”, manifestó.

Falta de planificación

El economista Juan Alberto González Jacobo explicó que muchas personas que acuden a esos establecimientos para agenciarse de fondos no cuentan con una previsión financiera para la tradicionalmente conocida como cuesta de enero.

“En diciembre, motivados por el ambiente de consumo colectivo y por el mayor poder adquisitivo, las familias acostumbran a realizar gastos innecesarios”, dijo.

Refirió que otro problema es que las personas empiezan el año con créditos y mantienen saldos negativos del anterior, por lo que acumulan más deuda.

“La educación es uno de los rubros más importantes de gasto en los hogares en el inicio del año”, afirmó González Jacobo.

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