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Devoción y recogimiento en la velación de la Virgen de Dolores de Candelaria
La Parroquia de Candelaria se vistió de solemnidad durante la velación de la Virgen de Dolores, entre oraciones, flores, música sacra y la fe de cientos de devotos que acudieron a rendir homenaje a la Madre Dolorosa.
La Virgen de Dolores, en solemne semblanza, recibe el calor de las velas y el murmullo de plegarias de sus fieles. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Silencio y recogimiento envuelven el templo al pie de la Virgen de Dolores de la Parroquia de Candelaria. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Los mantos de la Virgen de Dolores, testigos de fe y devoción, reflejan su ternura maternal a lo largo de los años. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Cada estandarte representa uno de los Siete Dolores de la Virgen, recordando el sufrimiento y la fortaleza de María ante la Pasión de su Hijo Jesucristo. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Devotos sostienen el Santo Rosario en sus manos, elevando cada oración como ofrenda de amor a la Virgen de Dolores. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
La Virgen de Dolores de Candelaria fue solemnemente consagrada el 23 de febrero de 2025, uniendo tradición, fe y devoción en la parroquia. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Fieles participan con oración silenciosa y el rezo del Santo Rosario frente a la Virgen de Dolores. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Cada manto portado por la Virgen de Dolores A través de los años en cada Jueves Santo. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
Durante la velación, muchos fieles acompañan a la Virgen de Dolores portando una cruz de cadena en la muñeca. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
La Santísima Virgen de Dolores, ha sido venerada por siglos en la parroquia de Candelaria, siendo centro de oración y meditación para los fieles. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)
La Virgen de Dolores de Candelaria es acompañada tradicionalmente por la imagen de Jesús de Candelaria, formando un dúo de fe y devoción durante las procesiones. (Foto Prensa Libre: Byron Rivera Baiza)