Mientras el país enfrentaba momentos de incertidumbre a causa de la reciente actividad sísmica, la esperanza y la vida se abrieron paso en los lugares más inesperados.

En el Puesto de Salud de Santa María de Jesús, Sacatepéquez, el compromiso humano y profesional del personal salubrista hizo posible lo que parecía impensable: atender dos partos exitosos en medio de la emergencia.

Gabriela Carcuz, Chaterin Barragán, Elida Burrión, Brenda Rancho y Marta Sic —profesionales entre las que se encuentran médicas, enfermeras y auxiliares de enfermería— se convirtieron en pilares de fortaleza y humanidad.

En condiciones que distaban de ser ideales, y con el riesgo que representaba la actividad sísmica, el equipo no dudó en actuar para garantizar la seguridad y el bienestar de las madres y sus recién nacidos.

Este acto de entrega demuestra que el personal del Puesto de Salud de Santa María de Jesús es capaz de hacer brillar el espíritu humano incluso en situaciones adversas.

Santa María de Jesús no solo ha sido testigo de la fuerza de la naturaleza, sino también del poder de la vocación y del compromiso con la vida.